19 de mayo 2010 - 00:00

Pactan suba del 35% para trabajadores de la alimentación

Rodolfo Daer, Hugo Moyano, Armando Cavalieri, Luis Barrionuevo y Gerardo Martínez.
Rodolfo Daer, Hugo Moyano, Armando Cavalieri, Luis Barrionuevo y Gerardo Martínez.
Las empresas productoras de alimentos aceptaron ayer pagar un aumento salarial del 35,2% a los trabajadores del sector, con lo que el sindicato que conduce, Rodolfo Daer, se convirtió hasta ahora en el que mayor nivel de incrementos obtuvo en las paritarias de este año. Así, el gremialista consigue aplacar la avanzada de las comisiones internas de izquierda que se iban multiplicando en las principales plantas alimentarias del país; pero sienta además un precedente alto y conflictivo para el resto de los gremios que ya cerraron o están en plenas negociaciones salariales. De hecho, el incremento logrado ayer, sirve ahora de plataforma para que dos de los sindicatos más importantes del país, comercio y gastronómicos, presionen a los privados para lograr un aumento no menor a ese nivel. Ambos reclaman por aumentos salariales no menores a 35% y amenazan con paros para los próximos días.

El 35,2% de aumento negociado por Daer, acaba además con la idea del Gobierno de Cristina de Kirchner, que había sido deslizada a comienzos de año, de impulsar un tope del 22% de incrementos salariales para las paritarias de 2010. De hecho, ese porcentaje fue el que el Estado nacional negoció con los trabajadores del sector público y los docentes a comienzos del año; y el que buscaba que Hugo Moyano aceptara para sus discusiones dentro del gremio de camioneros. Sin embargo, el titular de la CGT abandonó la política que venía sosteniendo en los últimos 5 años, de negociar y cerrar un acuerdo para su sector a comienzos del ejercicio, con un tope que luego sirviera de faro para el resto de los gremios; aliados o no al camionero. Este año, por primera vez, Moyano decidió que la negociación sea «sin piso ni techo», doctrina que los sindicalistas están obedeciendo a rajatabla.

Muy lejos quedó además la política oficial de estabilizar los aumentos salariales a partir del cálculo de medir la inflación del INDEC más un promedio de 5% como recuperación de la capacidad de compra. Si esta tesis se hubiera mantenido firme, y si el propio Gobierno tomara en serio el IPC en la versión de Guillermo Moreno, la CGT y sus gremios debieran aceptar un alza salarial para este año de entre 13 y 15%. Daer demostró ayer, que la inflación sindical no es menor al 25 o 30%.

Voceros de las industrias de alimentos reconocían ayer que la intención de aceptar este año un alza salarial con un nivel del 35% se debe fundamentalmente a la decisión corporativa de reforzar la posición dentro del gremio de la actual conducción de modo de hacer frente al sembradío fértil de comisiones internas de izquierda que se están multiplicando al estilo Kraft. Es el caso de Arcor, Molinos, Pepsico y Quilmes, entre otras, que buscarán ahora eclipsar la aparición de estas combativas comisiones, con la esperanza de encontrar hacia delante un Daer contenedor.

Igualmente no es un buen momento para las empresas de alimentos. Según datos de ayer difundidos por la consultora de Orlando Ferreres, el sector mostró una baja en su nivel de producción del 14% entre abril de este año y el mismo mes de 2009; a contramano con el resto de los rubros industriales que presentan un ritmo de crecimiento superior al 9%.

Según Daer, el acuerdo alcanzado ayer es «muy satisfactorio. No es lo ideal, pero fue lo posible». El gremialista dijo además que «esto tiene que ver con que hubo un proceso alcista de los precios de la canasta familiar que se produjo en los meses de diciembre, enero y febrero».

Según el acuerdo firmado, los trabajadores percibirán un aumento desde mayo hasta agosto del 26,57%; del 32,67% desde setiembre hasta marzo de 2011, mientras que a partir de abril el incremento trepará hasta el 35%. Además se determinó que el valor hora pasará de los actuales $ 10,65 a $ 14,4, mientras que los trabajadores percibirán una suma por única vez no remunerativa de $ 300. Para los trabajadores de menores salarios, esto implica que el mínimo pasará de los 2.100 pesos actuales a unos 3.200, lo que implicará un incremento básico de casi 55%.

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