Pasión por los dinosaurios sanjuaninos

Los más chicos son los que más se sorprenden con las réplicas, pero los adultos también disfrutan de la expo.

Los chicos y los no tan chicos pasan del temor inicial a la fascinación plena en un recorrido por un circuito imaginario que recrea los diversos ecosistemas del Valle de la Luna y el Valle Fértil de San Juan, donde las criaturas del período Triásico cautivan sin distinción de género y de edad.

Se trata de la muestra itinerante «Titanes de Ischigualasto», que inauguró el Gobierno de San Juan en una carpa anexa al Museo de Ciencias Naturales de Parque Centenario, en la Ciudad de Buenos Aires, y que permanecerá abierta hasta diciembre.

La exposición -única en su tipo- es fruto del trabajo conjunto de científicos, artistas, diseñadores e investigadores de la Universidad de San Juan y del Conicet.

Varias salas permiten imaginar cómo fue la vida hace 230 millones de años mediante 29 esculturas de animales corporizados y 8 esqueletos, incluyendo uno de 21 metros de largo.

Cada uno de ellos protagoniza una escena típica de la vida cotidiana en aquellos tiempos en los que estas diespecies y criaturas buscaban sobrevivir. En un rincón, el Eoraptor Lunensis caza a una Ornitisquía. Pero lo acecha un Fasolasuchus Tenax. En el siguiente escenario, un Scaphonix mira cómo un Herrerasaurus caza crías de un Rincosaurio.

Para los más curiosos el aporte final llega de la mano de Robola, un robot que mediante una pantalla táctil permite a los visitantes interactuar con las explicaciones del profesor Dino Saurestein. La muestra abre de lunes a domingo de 10 a 19.