9 de agosto 2017 - 00:00

¿Paso atrás para impulsar?

¿Paso atrás para impulsar?
 Luego de una serie de récords en Wall Street, como era de prever, los inversores se decantaron por las ventas y las tomas de utilidad. La finalización de la temporada de balances movilizó el mercado que quedó, al cierre, con ínfimas bajas y a la espera de otras alternativas, para barajar y dar de nuevo.

Los principales índices de referencia de la Bolsa de Nueva York cerraron con signo negativo: el índice Dow Jones de Industriales finalizó en 22.085,34 puntos bajando el 0,15%, el S&P500 se situó en los 2.474,92 puntos perdiendo el 0,24% y el Nasdaq Composite depreciándose el 0,21% llegó a los 6.370,46 puntos.

El promedio industrial Dow Jones perdía 30,99 puntos, o un 0,1%, a 22.087,43 unidades. El S&P 500 bajaba 4,12 puntos, o un 0,2%, a 2.476,79 unidades y el Nasdaq Composite cedía 9,09 puntos, o un 0,1%, a 6.374,69 unidades.

Por su parte, y en contraste con lo acontecido del otro lado del Atlántico, los índices de las Bolsas europeas quedaron en positivo al cierre de la sesión: Londres ganó un 0,1% , Fráncfort 0,3%, París 0,2%, Milán 0,1% y Madrid 0,5%.

El índice Nikkei de la Bolsa de Tokio cayó un 0,3%, después de que un yen más fuerte desvalorizó las acciones del sector exportador.

El sueño de la hamburguesería propia. Bill Gates invierte 75 millones de dólares en hamburguesas vegetales jugosas. La empresa Impossible Foods lleva años desarrollando carne falsa de origen vegetal para hamburguesas. Ya están disponibles en 43 restaurantes de EE.UU. Ahora acaban de recibir 75 millones de dólares del cofundador de Microsoft, Bill Gates. Algo que les ha colocado en el punto de mira de todo el mundo.

Impossible Foods crea carne picada artificial usando ingredientes como la soja, el aceite de coco o la papa y las mezcla con leghemoglobina. Se trata de una sustancia que se destila de la soja y que es la responsable del sabor metálico que se relaciona con el músculo animal, y logra que esta carne vegetal "suelte jugo" cuando se muerde.

La compañía destaca que, en comparación con la de vaca, la creación de su hamburguesa utiliza 95% menos tierra, 74% menos agua y crea un 87% menos emisiones de gases de efecto invernadero. Aseguran que está 100% libre de hormonas, antibióticos e ingredientes artificiales. La empresa prevé llegar a 1.000 restaurantes en Estados Unidos.

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