El proyecto, que va contra el gran tabú del nacionalismo económico mexicano y que había sido anunciado en agosto pasado por el Gobierno de Enrique Peña Nieto, pasa ahora a la Cámara de Diputados, que comenzará a analizarlo de inmediato con la intención de que el trámite legislativo quede completado el domingo a más tardar.
El apuro obedece a que el período ordinario de sesiones legislativas de este año vence justamente el domingo y tanto el Gobierno como el oficialista Partido Revolucionario Institucional (PRI) quieren cerrar el polémico tema antes de que los legisladores se vayan de vacaciones. No será sin zozobras: grupos de izquierda afirmaron ayer que intentarán bloquear el edificio legislativo para evitar la sesión.
"A partir de esta decisión, México se volverá un referente energético a nivel mundial: aprovecharemos mejor nuestros vastos recursos energéticos, que antes eran técnica y económicamente inviables de explotar", afirmó Peña Nieto poco después de que el Senado completara la aprobación de la iniciativa en horas de la madrugada.
Según el gobernante, la reforma aprobada ayer es "trascendental" porque permitirá que "el sector energético impulse el desarrollo industrial y regional del país".
El proyecto, que incluye reformas a tres artículos de la Constitución y por ello necesitaba los dos tercios de los votos de los senadores, fue enriquecido durante el trámite legislativo con aportes del conservador Partido Acción Nacional (PAN).
Entre las modificaciones introducidas figura la posibilidad de que el Estado firme contratos de producción con empresas privadas, nacionales o extranjeras, algo que venía pidiendo el PAN, que consideraba insuficiente la apertura propuesta por el Gobierno. El Gobierno sólo planteaba la posibilidad de contratos de utilidad compartida, pero no de producción.
Pemex, una de las grandes petroleras mundiales, registra serios problemas de administración y una producción declinante. En las últimas semanas se habló insistentemente de una alianza con la argentina YPF para la explotación de hidrocarburos no convencionales en el área de Vaca Muerta.
El académico de la Universidad Iberoamericana Jesús Amador Valdés destacó "el mayor nivel de apertura de la industria energética", un proceso en el que ya han entrado incluso países socialistas como Cuba. La reforma puede "contribuir a hacer un mejor uso de los recursos energéticos del país", añadió.
Desde que en 1938 se decretó la nacionalización petrolera en México, los hidrocarburos han sido explotados por la empresa pública Petróleos Mexicanos (Pemex), una compañía que sufre una gran carencia de inversiones.
Sin embargo, los efectos en el sector tardarán en notarse. Faltan por presentarse las leyes secundarias que regularán la reforma energética y, además, pasará bastante tiempo hasta que comiencen a operar empresas privadas en el sector.
"Esto va a tardar todavía un rato. Incluso en las leyes secundarias se van a llevar unos 180 días", declaró el editor de la revista Petróleo y Energía de México, Milton Méndez.
Asimismo, todo ello queda pendiente de la posibilidad de que triunfe una propuesta de la izquierda para someter a consulta popular esta reforma, que podría llevarse a cabo durante las elecciones legislativas de 2015.
A la espera de mayores definiciones, el escenario favorece más a empresas extranjeras, porque en México el sector está monopolizado por Pemex. Ya quedó claro en el proyecto que Pemex explotará los yacimientos más rentables y que los que se sitúan en aguas ultraprofundas o la explotación de crudo o gas no convencionales pueden ser las áreas que intentarán ofrecerse a la iniciativa privada.
Según cálculos de la compañía, México necesita una inversión de 60.000 millones de dólares de promedio anual en los próximos diez años para desarrollar su potencial de exploración y producción de crudo, algo fundamental para asegurar su lugar como uno de los líderes mundiales del sector.
Los analistas calculan que, cuando esté definido todo el esquema, la reforma energética y otra fiscal aprobada recientemente por el Parlamento permitirán a México un crecimiento adicional de su economía del 1% o del 1,5% anual.
Agencias EFE, Reuters, DPA y AFP, y Ámbito Financiero |
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