20 de agosto 2009 - 00:00

Plan de Boudou: en 5 meses, cerrar canje, FMI y default

De buen humor, los ministros de Brasil y de la Argentina, Mantega y Boudou, firmaron ayer en Brasilia el canje de monedas por el equivalente a u$s 1.800 millones.
De buen humor, los ministros de Brasil y de la Argentina, Mantega y Boudou, firmaron ayer en Brasilia el canje de monedas por el equivalente a u$s 1.800 millones.
Brasilia - «Viviremos cinco meses trascendentales». El equipo de Amado Boudou, con autorización de Olivos, encarará en ese plazo tres misiones cruciales para el éxito de su gestión. Intentará un nuevo canje de bonos de corto por largo plazo, ensayará un acercamiento con el FMI, volverá a negociar con el Club de París y, eventualmente, con los holdouts. La intención final del equipo económico es «volver a los mercados voluntarios de crédito» y «tener una relación normal» tanto con el sistema financiero como con el FMI.

A 11.000 metros de altura, y rumbo a la capital brasileña para cerrar el acuerdo de «swap» con el Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva, el equipo económico encabezado por Amado Boudou se explayó sobre el plan económico financiero para los próximos cinco meses. Los principales capítulos de la estrategia oficial son los siguientes: 

  • Canje de bonos. El Gobierno prepara una nueva operación de canje de títulos públicos de corto plazo o «bonos cortos» por unos $ 20.000 millones, fundamentalmente de los Boden 2014, Pre 9 y el Cuasipar. Los nuevos papeles serían a mayor plazo y se despegarían de la indexación por el índice CER. En Economía afirman que se trata de un movimiento que permitiría despejar el panorama financiero para el país durante 2010 y 2011, y que le permitiría al Gobierno un ahorro de $ 3.000 millones ($ 1.000 en el primer año y 2.000 millones en el segundo). Los nuevos papeles ajustarán por la tasa Badlar. 

  • Fondo Monetario. Amado Boudou recibirá la semana que viene al director para el Hemisferio Occidental, el chileno Nicolás Eyzaguirre. La reunión se describió como una intención de «sondear caminos intermedios» y «volver a tener una relación normal». El chileno llegará al país para participar de un seminario y, de concretarse la reunión, sería la primera oficial que se mantiene en Buenos Aires en casi seis años. En el encuentro, el Gobierno le ofrecerá eventualmente a Eyzaguirre, como primer acercamiento formal, integrar el comité revisor de las cuentas del INDEC. Luego, el 24 de setiembre, en la cumbre del G-20 de Pittsburg, Cristina de Kirchner mantendrá reuniones con los representantes de los países desarrollados y, si concurre, con el titular del FMI, el francés Dominique Strauss-Kahn.

    La idea de ambas reuniones es saber si existe la posibilidad seria de formalizar algún acuerdo con el Fondo en el mediano plazo, con la intención de tener un aval para volver a los mercados financieros internacionales. Desde Economía remarcan que la idea «no es pedir dinero al FMI» y que «el Fondo no va a marcar ninguna política económica de la Argentina». Sin embargo, se reconoce que volver a tener una «relación formal» con el organismo es fundamental para las intenciones del Ministerio de Economía de volver a «los mercados financieros internacionales voluntarios».  

  • Inspecciones del FMI. El Gobierno argentino ve con preocupación los acuerdos que el Fondo viene cerrando con otros países, especialmente en el caso de Rumania, Hungría y Lituania. Los datos indican que estos planes incluyen ajustes fiscales, rebajas de subsidios y congelamientos de sueldos, entre otros capítulos inaceptables para Olivos. Por esto se buscará sondear la alternativa de formalizar una acuerdo similar al que México cerró hace unos meses, país que logró la habilitación de líneas de créditos flexibles sin necesidad de aceptar inspecciones ni condicionamientos.

  • Club de París. La Argentina volverá a hacer un intento para llegar a un acuerdo con la entidad que agrupa a los países acreedores. Se considera fundamental empezar cuanto antes las negociaciones y se cree que en la reunión del G-20 puede ser una buena oportunidad. La nueva propuesta será un plan de pagos y se reconocerá el pasivo de unos u$s 1.000 millones correspondientes a punitorios, que no se admitían en la oferta que Cristina de Kirchner hizo el año pasado. Con este reconocimiento, la deuda total se acercaría a los u$s 7.700 millones.  

  • INDEC. No hay planes para reformas radicales inmediatas en el organismo. Se seguirá el plan anunciado por el ministro Boudou respecto de la creación de comités auditores. 


  • Holdouts. Según los datos oficiales, de los u$s 25.000 millones que permanecen fuera del arreglo con los acreedores, sólo quedarían entre u$s 5.000 y 6.000 millones en juicios, mientras unos u$s 16.000 estarían en poder de tenedores que en su mayoría serían bancos y fondos de inversión. La idea sería volver con la operación planificada por Barclays, Citibank y Deutsche Bank.
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