La cadena granaria sufre por la sequía y la baja de precios. Tras malas cosechas de soja y maíz, la siembra de trigo encuentra agricultores con menos capital y escaso financiamiento.
Afectados por los malos rindes de la actual campaña, los productores se han descapitalizado y, además, se enfrentan a una «desprolija intromisión del Estado en los mercados», según afirman desde la cadena comercial del trigo.
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«Estamos viendo una descapitalización del productor en general, con todas las producciones, por las erróneas políticas del Gobierno, que destruyeron el negocio de la carne, la leche y el trigo, desde el 2005», aseguró Mariano Otamendi, productor agropecuario e integrante de la Comisión Directiva de Aaprotrigo en diálogo con el programa radial «Siempre que llovió paró...».
Afectados
«Al productor lo fueron llevando a hacer todo soja, y a la soja se la golpeó con las retenciones y ahora le pegó la sequía, con lo cual la gente, frente a los rindes que está teniendo, se da cuenta que en la mayoría de los casos ni siquiera está recuperando el capital de trabajo invertido en la campaña pasada», explicó Otamendi.
La situación, además, está afectando a toda la cadena comercial granaria, con impacto directo en los proveedores de insumos, habida cuenta de que aún no han definido cómo y en que términos y montos encararán una potencial financiación para la próxima campaña, en general, y la del trigo, en particular.
El dirigente también planteó que «lo fundamental es que estamos viendo que con las políticas a las que nos está sometiendo este Gobierno, lo más probable, es que si seguimos perdiendo capital de trabajo, aunque se 'regale' la tasa de interés, es carísimo volver a sembrar». Otamendi remarcó que el productor «debe pensar antes de sembrar», como única alternativa posible para proteger el poco capital de trabajo que le queda, para no poner en riesgo su patrimonio.
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