27 de marzo 2009 - 00:00

“Quiero que ovacionen a todos”

Diego Maradona, pensativo, en el entrenamiento del seleccionado. «El equipo lo tengo en la cabeza, pero no lo voy a decir», dijo el técnico.
Diego Maradona, pensativo, en el entrenamiento del seleccionado. «El equipo lo tengo en la cabeza, pero no lo voy a decir», dijo el técnico.
Hubo que esperarlo, pero él tuvo que esperar más tiempo este momento. La conferencia estaba pautada para las 19.30, pero se postergó cerca de veinte minutos su arribo. Barba de varios días, enfundado con pantalón corto y remera celeste con vivos azules y blancos, y gesto adusto. Así llegó Diego Armando Maradona a la sala donde desbordaban los periodistas de Italia, España, Francia, Alemania, México, Inglaterra, Estados Unidos y podríamos seguir dando clases de geografía. Arrancó con sensaciones personales, con fútbol, con ironías, pasó por Pelé, Riquelme, Carrizo, Mascherano y contestó todo, sin la efervescencia con la que él mismo dijo que vivía este momento.
- «Mi sueño es que la cancha de River explote. Que todos mis jugadores salgan ovacionados. Es lo que da vueltas en mi cabeza desde hace días».
- «Tengo el equipo en la cabeza, pero todavía no lo definí, ni se lo voy a decir. Teniendo a todos bien, se hace un compromiso muy grande decidir a los 11 y a los que van al banco».
- «La euforia de la gente para nosotros no es una presión. La única forma de bajarle los descibeles al público es ganando. Todo esto creció por el cambio de actitud que vio la gente en los partidos con Escocia y Francia».
- «A mí me gustaría que Messi salga ovacionado como alguna vez salí ovacionado yo. En realidad, me gustaría que salgan ovacionados todos».
- «Estoy viviendo todo con mucha intensidad. Estoy en un lugar donde un año atrás no me imaginaba estar y lo estoy disfrutando mucho.»
- «El esquema táctico es variable. Probé con tres o cuatro defensores y todavía no decidí por cuál me inclinaré. De las dos formas quedé satisfecho. De aquí al sábado definiré cómo jugaremos».
- «No quiero cambiar mucho del partido de Venezuela a Bolivia, pero es cierto que tenemos muchos amonestados, eso me preocupa. En el plantel hay nueve amonestados y cualquier roce nos puede dejar con uno menos para el miércoles».
- «Presión siente hoy la gente que se levanta todos los días a trabajar para llevar diez mangos a la casa. En el fútbol no existe la presión, existe la responsabilidad, y este grupo tiene mucha responsabilidad».
- «Con Bilardo estamos bien, muy bien. Estamos hablando mucho estos días. Nos sirvió para unirnos y para aclarar un montón de cosas. Está al lado mío permanentemente. Sirvió para aclarar cosas que necesitaba saber».
Así, como si fuese un frontón, respondió absolutamente todo lo que le tiraron. Y tuvo tiempo de ocuparse de casos puntuales: la camiseta 10 («Todavía no definí quién la va a llevar»), Juan Pablo Carrizo («Es mi arquero titular»), Pelé («Yo no soy ejemplo de nada, pero el debutó con un pibe»), Mascherano («Sigo pensando que el equipo es Mascherano y diez más»), Juan Román Riquelme («Estoy tranquilo con lo que hice. Ya no tenemos a Román.
No tenemos un jugador de último pase como Román»). Se levantó para irse a la cena, firmó un par de camisetas y se fue, serio, pero con notorias muestras de que la procesión va por dentro. A lo Diego.

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