28 de mayo 2009 - 00:00

Rechazan el plan y se acerca la quiebra

Mientras en Detroit flameaban las banderas en el frente del edificio de GM, en Nueva York los abogados transportaban cajas con documentación de la empresa ante el procedimiento de bancarrota en ciernes.
Mientras en Detroit flameaban las banderas en el frente del edificio de GM, en Nueva York los abogados transportaban cajas con documentación de la empresa ante el procedimiento de bancarrota en ciernes.
Washington y Berlín - La automotriz General Motors, cada vez más cerca de la quiebra, anunció ayer el fracaso de su plan de reestructuración de deuda por u$s 27.200 millones.

La compañía precisó que las adhesiones de los acreedores fueron «sustancialmente inferiores a la cantidad requerida (90%) por General Motors» para satisfacer la reducción de la deuda, exigida en su acuerdo de préstamo con el Departamento del Tesoro norteamericano.

Así, desapareció la esperanza de una reestructuración judicial de General Motors.

La empresa, a través del comunicado, anunció además una reunión del directorio para evaluar los pasos que se van a seguir, quizás acogerse al concurso de acreedores bajo el capítulo 11 de la Ley de Quiebras de Estados Unidos.

A sus acreedores, la empresa había ofrecido 225 acciones por cada 1.000 dólares de valor nominal, en la práctica una participación del 10% en el grupo reestructurado.

Plazo

El presidente Barack Obama dio plazo hasta el lunes a la empresa para presentar un plan de salvataje.

Tras el anuncio de ayer, según analistas, se espera una declaración de insolvencia por parte de la empresa, la cual anticipó que el lunes próximo no podrá pagar un bono por u$s 1.000 millones.

El vocero de la Casa Blanca, Robert Gibbs, dijo ayer que todos los accionistas de General Motors deben estar preparados para hacer sacrificios. «El presidente Obama cree firmemente que todos los accionistas de la empresa deberán hacer sacrificios si quieren» seguir viendo a GM, dijo Gibbs, quien agregó que el equipo designado para supervisar a la empresa trabajará hasta el 1 de junio, cuando caduca el plazo fijado por el Gobierno.

Según versiones, el plan para que General Motors se acoja al capítulo 11 le concede al Gobierno el 70% de la empresa reestructurada que vuelva a operar normalmente, lo cual implica una verdadera nacionalización.

En tanto, el sindicato United Auto Worker tendrá el 17,5% del capital con opción de incrementarlo en un 2,5%.

Del otro lado del Atlántico, Alemania buscaba ayer reducir el número de ofertas por Opel, brazo en ese país de GM, y llegar a un acuerdo para la financiación temporal en caso de que quiebre la matriz estadounidense.

Interesados

El Gobierno de la canciller Ángela Merkel y GM están considerando ofertas por Opel de la italiana Fiat, la firma canadiense de autopartes Magna, el grupo de inversión RHJ -que tiene su sede en Bélgica- y la china Beijing Automotive Industry Corp.

Merkel convocó ayer a una reunión de altos funcionarios porque crece la presión para encontrar una solución financiera para Opel antes de que GM presente la bancarrota.

El diario alemán Die Welt dijo ayer que el Gobierno ya había decidido darles a las ofertas de Fiat y Magna estatus de «preferidas».

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