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Resultó tibio el primer paro general de la CTA a Cristina

Los cortes de calle en numerosos puntos de la Ciudad fueron una constante ayer de la modalidad de protesta de la CTA en su primer paro al actual Gobierno.
Tuvo, sin embargo, algunos éxitos puntuales: se hizo sentir en la Capital -sobre todo, a partir del caos de tránsito por los cortes y la interrupción del subtes- y además logró sumar a un aliado estratégico, como los delegados de subterráneos, que comparten con CTA el reclamo de libertad sindical.
Además, en el caso industrial, logró impacto concreto en algunos sectores como neumáticos, refinerías, Luz y Fuerza, químicos, entre otros. En el sector público, en tanto, el acatamiento fue diverso, según la actividad.
Un detalle: el acto central fue frente a la Jefatura de Gobierno porteño, una forma de concentrar los dardos contra Mauricio Macri y evitar chocar, de frente, al menos en las formas, contra los Kirchner.
Personería jurídica
Sin embargo, se reclamó al Gobierno que le otorgue la personería jurídica, adopte una política para una «justa distribución de la riqueza», universalizar las asignaciones familiares para todos los hijos y la eliminación del trabajo precario.
En su discurso, Yasky dijo que el eje del reclamo es la implementación de «un blindaje social para los trabajadores, una asignación universal por hijo y aumento a los jubilados» y que por ley se suspendan los despidos por seis meses.
Advirtió que «los grandes grupos empresarios se oponen a estos reclamos y presionan al Gobierno» para evitar incrementos de sueldos y jubilaciones.
A su vez, reiteró la necesidad de «implementar un seguro de desempleo para que todos los no registrados, si pierden el trabajo, tengan la posibilidad de recibir una ayuda universal para los hijos».
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