28 de mayo 2009 - 00:00

Resultó tibio el primer paro general de la CTA a Cristina

Los cortes de calle en numerosos puntos de la Ciudad fueron una constante ayer de la modalidad de protesta de la CTA en su primer paro al actual Gobierno.
Los cortes de calle en numerosos puntos de la Ciudad fueron una constante ayer de la modalidad de protesta de la CTA en su primer paro al actual Gobierno.
Con despliegue, pero sin el impacto esperado, la CTA tuvo ayer su primer paro general de la era Cristina: con cortes, suspensión de subtes y merma en escuelas, tribunales y las oficinas públicas, la central disidente cumplió, pero no pudo subsanar los matices internos.

Con una agenda común, pero visiones diferenciadas, la CTA salió a la calle para pedir aumento de salarios y jubilación, suspensión de despidos por seis meses y la convocatoria a paritarias, además del recurrente reclamo de reconocimiento legal a la central.

La medida, que no logró una reacción del Gobierno, dejó al descubierto otra vez las posturas dentro del frente sindical: los anti-K de Víctor De Gennaro y Pablo Micheli, los fluctuantes de Hugo Yasky y Pedro Wasiejko, y los pro K de «Tito» Nenna y Edgardo Depetri.

Ahora se abre el otro capítulo porque, el 28 de junio, la CTA irá fragmentada a la elección: los anti-K y los moderados con Martín Sabbatella, mientras que los ultra-K irán en las boletas oficiales, incluso con Nenna y Depetri como candidatos kirchneristas.

Ayer, con una medida de impacto relativo, las piezas se emparejaron luego de que la rama De Gennaro-Micheli empujó a la central a un paro nacional que el dúo Yasky-Wasiejko, y sobre todo Depetri-Nenna, quisieron moderar o directamente evitar. Vuelve, ahora, la pulseada.

Tuvo, sin embargo, algunos éxitos puntuales: se hizo sentir en la Capital -sobre todo, a partir del caos de tránsito por los cortes y la interrupción del subtes- y además logró sumar a un aliado estratégico, como los delegados de subterráneos, que comparten con CTA el reclamo de libertad sindical.

Además, en el caso industrial, logró impacto concreto en algunos sectores como neumáticos, refinerías, Luz y Fuerza, químicos, entre otros. En el sector público, en tanto, el acatamiento fue diverso, según la actividad.

Un detalle: el acto central fue frente a la Jefatura de Gobierno porteño, una forma de concentrar los dardos contra Mauricio Macri y evitar chocar, de frente, al menos en las formas, contra los Kirchner.

Personería jurídica

Sin embargo, se reclamó al Gobierno que le otorgue la personería jurídica, adopte una política para una «justa distribución de la riqueza», universalizar las asignaciones familiares para todos los hijos y la eliminación del trabajo precario.

En su discurso, Yasky dijo que el eje del reclamo es la implementación de «un blindaje social para los trabajadores, una asignación universal por hijo y aumento a los jubilados» y que por ley se suspendan los despidos por seis meses.

Advirtió que «los grandes grupos empresarios se oponen a estos reclamos y presionan al Gobierno» para evitar incrementos de sueldos y jubilaciones.

A su vez, reiteró la necesidad de «implementar un seguro de desempleo para que todos los no registrados, si pierden el trabajo, tengan la posibilidad de recibir una ayuda universal para los hijos».

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