Ricardo Laham: la coherencia de una trayectoria artística

La muestra del artista plástico Ricardo Laham en la galería Jacques Martínez explora, una vez más, las formas geométricas, que ya había cultivado en el período comprendido entre los años 60 y los 80.

LAHAM. El ganador del premio Bracque en 1969 regresa a la expresión geométrica en su nueva muestra.

Ricardo Laham (Buenos Aires, 1949) cultiva hasta hoy un perfil bajo, alejado del mercantilismo en el arte. Entre sus artistas admirados está Víctor Magariños el Grupo Joven al que adhirieron, entre otros, Eduardo MacEntyre, Miguel Angel Vidal y Alfredo Carracedo, quienes manifestaban "su rebeldía frente a la chatura académica, la mediocridad de los Salones, los discursos oficiales y la torpeza de la crítica".

En 1958 se incorporaron alumnos y amigos, por ejemplo, Gabriel Messil, Armando Rearte, Hilda Mans y Ricardo Laham. Este Grupo Joven, según una carta publicada años después por Magariños D., "libró una batalla frontal (que lo separaba de la Agrupación Arte Concreto-Invención), buscaba una salida más intuitiva, y si Arte Concreto no buscaba nuevas aperturas románticas éste entraría en un callejón sin salida".

Formación

A mediados de los 60 ingresó en el Taller de Emilio Pettoruti, que vivía en París y que estaba a cargo de Alejandro Vainstein y Mónica Soler Vicens. Visitó París a los 22 años y fue precisamente el gran maestro quien lo conectó con diversos artistas y hasta ofició de guía turístico en el que sería su periplo europeo. A su regreso conoció a Ignacio Pirovano, gran coleccionista y mentor de la abstracción concreta en nuestro medio. Entre los 60 y 80 Laham se expresó a través de la geometría, ganó el Premio Braque de 1969, y volvió a París por un año.

En 1973 recibió el Premio De Ridder que consagraba a jóvenes emergentes. Su obra se caracterizaba por el rigor formal. En muestras sucesivas abandonó el color, que siempre fue mesurado, hasta llegar a una concepción mística en sus obras en blanco y negro rayanas en la perfección, y que lo llevó a tomar una decisión: abandonar antes de entrar en ese callejón sin salida que había combatido. Se volvó a una pintura con símbolos y signos precolombinos que seguramente lo influyeron cuando realizó, a fines de los 60, un viaje por Bolivia y Perú, obra de carácter americanista, y sin dejar su rigor formal, aparecen texturas, grafismos, chorreados, colores contrastantes, relieves.

Pero en el ir y venir, Laham ha vuelto a la geometría que evidentemente no es una moda ni constituye un camino cerrado y sí infinito dado el amplio espectro que convoca, no importa la nacionalidad, edad, los diferentes ángulos de visión y todos sus derivados, quizás porque como lo señaló el poeta, historiador, filósofo y crítico de arte estadounidense, Donald Kuspit, "en el mejor arte geométrico las formas geométricas adquieren presencia escultórica y resonancia musical mediante el color".

Esto es lo que vemos en la actual muestra de Ricardo Laham en la Galería Jacques Martínez. (Av. de Mayo 1130. Clausura el 31 de julio.)