25 de mayo 2009 - 00:00

Rodeado de Chávez y Evo, prometió Correa radicalizar su “revolución”

Evo Morales, Rafael Correa y Hugo Chávez se reunieron ayer en Quito durante las celebraciones por la independencia de Ecuador. Los tres llegaron fortalecidos tras sus recientes triunfos electorales.
Evo Morales, Rafael Correa y Hugo Chávez se reunieron ayer en Quito durante las celebraciones por la independencia de Ecuador. Los tres llegaron fortalecidos tras sus recientes triunfos electorales.
Quito - En una cumbre con Hugo Chávez, a la que imprevistamente se sumó Evo Morales, el presidente de Ecuador, Rafael Correa, prometió «radicalizar la revolución» que dice llevar adelante. «Aceleremos», enfatizó por su parte el mandatario venezolano, al comprometerse junto a sus pares a afianzar el eje latinoamericano autodefinido como «socialista».

El presidente ecuatoriano, reelecto por amplio margen el 26 de abril, encabezó los actos en Quito por el 183º aniversario de la Batalla de Pichincha, que terminó con la colonización al caer las tropas realistas frente a las fuerzas comandadas por Antonio José de Sucre y Simón Bolívar. Chávez acudió como invitado y, fuera de agenda, se sumó Morales, en un momento de alta sensibilidad en la región por la decisión del venezolano de estatizar seis empresas, tres de ellas con participación de la argentina Techint (ver más información en páginas 3 a 6).

«No vamos a cambiar de rumbo; por el contrario, vamos a radicalizar y profundizar nuestra revolución ciudadana, acelerando nuestros procesos», desafió Correa.

Los mandatarios se reencontraron dos años y medio después de que sellaron lo que la prensa bautizó como la «trinidad socialista», en una ceremonia indígena celebrada en Zumbahua, al sur de Quito. Desde entonces, los tres presidentes dieron pasos decisivos para la mayor participación estatal en la economía y lograron, gracias a un mayoritario apoyo electoral -ajustado en el caso de Chávez-, reformas constitucionales que les permitirán prolongar la permanencia en el poder.

No obstante, el llamado «socialismo del siglo XXI» reconoce marcadas diferencias en la implementación en cada país, aunque los tres comparten su recelo con Estados Unidos y Colombia, y su cercanía a Cuba, Irán y Rusia. La oposición y un sector de la prensa de Ecuador y Bolivia acusan a sus respectivos presidentes de actuar bajo el mando de Chávez, quien durante gran parte de su gestión gozó de un desorbitado precio del petróleo, que le permitió incidir en la agenda económica y política de la región.

«Radicalizaremos la revolución ciudadana continuando con nuestra política de apertura a todos los países del mundo, en un marco de mutuo respeto, buscando la integración latinoamericana para seguir construyendo esa patria grande», indicó Correa.

El presidente ecuatoriano manifestó que «este segundo nacimiento libertario es el resultado de la decisión soberana» del pueblo que «puso fin al dominio de un sistema económico, político, social injusto y caduco que benefició a muy pocos».

Chávez también propuso acelerar el socialismo en la actual coyuntura económica mundial, se mostró satisfecho con la presente recuperación de los precios del petróleo y, al igual que Correa, apoyó que el Estado asuma el control de los recursos estratégicos.

«No nos demoremos, apuremos el paso, aceleremos el paso; la crisis mundial nos obliga. Se nos abre un camino en la construcción de un mundo nuevo, de una forma histórica nueva, para nosotros es el socialismo», declaró.

Asimismo, los tres coincidieron en sus críticas a los medios informativos y plantearon la creación de un organismo a instancias de la recién creada Unión Suramericana de Naciones (UNASUR) que «defienda a los gobiernos de los abusos de la prensa» (ver aparte).

Tras presidir el desfile militar, Correa también destacó sus logros electorales y cuestionó la existencia de una real democracia en América Latina. «Pese a ser vencedores, seguimos sosteniendo que en Ecuador y América Latina todavía no tenemos democracia, a lo sumo tenemos elecciones», expresó.

Antes de su encuentro con Morales, Chávez y Correa se reunieron en Quito para dar seguimiento a sus múltiples convenios que incluyen el intercambio de crudo ecuatoriano por derivados, la exploración de gas y la construcción de una megarrefinería.

Correa señaló que «por más de siete horas (hasta la madrugada del domingo), con nuestros respectivos equipos estuvimos evaluando y dando seguimiento a los convenios entre Ecuador y Venezuela».

«En sus diez años de gobierno nunca había visto algo así. Es que somos Gobierno de nuevo cuño, revolucionarios que jamás vamos a permitir que burocracias o poderes se burlen de nuestros pueblos», declaró el jefe de Estado ecuatoriano dirigiéndose a Chávez.

Agencias AFP, ANSA y EFE

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