Rosario Central sufrió pero al final festejó

Más por errores propios que por virtudes del rival, Rosario Central debió sufrir mucho para ganarle a un Lanús que jugó 65 minutos con un hombre menos.

La jugada clave del partido fue a los 22 minutos, cuando Carlos Araujo saltó con Gustavo Carrizo y le quitó la pelota con un grosero manotazo, digno de un jugador de voley.

El árbitro Andrés Merlos cobró correctamente penal y amonestó a Araujo, pero Lanús se le vino encima enloquecido y el arquero Marchesín lo zamarreó y parece que además hizo un ademán como que estaba comprado, por lo que se fue expulsado.

Nery Domínguez mandó el penal a la tribuna y le dio una vida más a un Lanús, que a partir de ahí se dedicó a complicarle el partido, trabando la pelota en la mitad de la cancha.

A Central le costó mucho ponerse en ventaja y lo logró gracias a un cabezazo de su jugador más pequeño, Franco Niell, que en la primera que tocó festejó.

Le duró poco la alegría a Central, porque en un error defensivo Izquierdoz quedó frente a Caranta, remató, el arquero dio rebote e Ismael Blanco empató el partido.

Central se desesperó buscando el triunfo y Lanús de contraataque tuvos sus oportunidades, parecía que el empate era inamovible, pero en un centro al área Abreu desvío de cabeza y el otro "petiso" Diego Lagos entró por el segundo poste para cabecear al gol y darle un triunfo que Central necesitaba como el agua.

Lanús buscó el empate con hidalguía, pero no lo logró.