27 de octubre 2015 - 00:33

Scioli y Macri fijan objetivos: lanzan una cacería sobre la tropa de Massa

Sergio Massa se reunió ayer en Tigre con el salteño Gustavo Sáenz, un objetivo a capturar por el sciolismo.
Sergio Massa se reunió ayer en Tigre con el salteño Gustavo Sáenz, un objetivo a capturar por el sciolismo.
Gustavo Sáenz, compañero de fórmula presidencial de Sergio Massa, peronista e intendente electo de Salta capital, ya está en los radares de Daniel Scioli de cara al balotaje. Este jefe comunal norteño, que cohabitará con el gobernador sciolista Juan Manuel Urtubey, asumirá el 10 de diciembre y deberá afrontar los desafíos de la gestión diaria, siempre atados a fondos provinciales y de la Nación. Scioli saldrá a la caza de este intendente massista como primer trofeo en la disputa con Mauricio Macri por los 5 millones de votos del Frente Renovador de cara a la segunda vuelta electoral del 22 de noviembre.

La tarea está a cargo de Juan José Álvarez a quien atribuyen el desembarco de Mónica López y la proximidad de Alberto Roberti, todavía jefe de los diputados de Massa en el Congreso. Por las dudas, a Sáenz le hacen marca personal. Ayer estuvo todo el día junto a Massa en Tigre, no se despegan. Esa bancada está en ebullición: Alberto Asseff, diputado electo del Parlasur, pidió su remoción. En esa bancada hay otros objetivos de Scioli. El industrial Ignacio de Mendiguren ayer jugó a dos puntas y anunció que apoyará al candidato más "desarrollista". Eufemismos de los políticos para ganar tiempo y margen para hacer piruetas.

Después de un festejo intenso en Puerto Madero en la madrugada del lunes, la mesa chica del PRO hizo un balance algo más sobrio ayer al mediodía. Registraron el neologismo "Vidalazo" para erigir a María Eugenia Vidal como la madre de la victoria en la madre de todas las batallas, la provincia de Buenos Aires. Algo así como la abuela política del triunfo de Cambiemos. Junto a Marcos Peña, Emilio Monzó, el candidato a presidente felicitó a su equipo, incluido Rogelio Frigerio quien como jefe del PRO en Entre Ríos arañó una gobernación vía Alfredo de Angeli, otro batacazo del partido amarillo en el interior del país.

La cacería massista del Frente para la Victoria también apunta a una presa ya entregada: Facundo Moyano. El diputado nacional cantó su voto antes de las elecciones presidenciales de cara al balotaje y dejó en claro que no apoyará a Macri. Optará por Scioli por su estirpe peronista y porque coincide con sus prioridades de velar por el pleno empleo y la clase trabajadora.

Massa
se concentró ayer en la Torre de las Naciones de Tigre. Recibió al gobernador saliente de Córdoba, José Manuel de la Sota, a Roberto Lavagna y Graciela Camaño. Ya tiene un borrador del documento que presentarán mañana en Capital Federal, una especie de núcleo de coincidencias básicas con el PRO, sin mencionar al PRO ni a Macri. Un apoyo tácito y gradual hacia el 22 de noviembre. Además de la lucha contra la inseguridad, un puente de oro que une a Massa con el candidato presidencial de Cambiemos, habrá un capítulo especial vinculado a la corrupción con un compromiso para combatir contra la impunidad. Este apartado apunta a la clase dirigente y se vincula al encono intrínseco de los Massa-Galmarini contra Scioli más que contra Cristina de Kirchner.

El macrismo, también en plan cacería, insistirá otra vez con el formato de massismo sin Massa. Jesús Cariglino, intendente saliente de Malvinas Argentinas, es el más macrista de los peronistas del conurbano. El PRO evalúa sumarlo a la campaña en provincia de Buenos Aires de cara al balotaje, tiene línea directa con Macri. Cariglino cayó ante el nuevo intendente electo Leonardo Nardini (Frente para la Victoria) por un escaso margen y será el invitado estrella de la primera sección electoral para acompañar a Vidal en la provincia de Buenos Aires. El objetivo son otros cuatro intendentes del Frente Renovador: el derrotado Luis Acuña (Hurlingham), el reelecto Luis Andreotti (San Fernando), Julio Zamora (Tigre) y Joaquín de la Torre (San Miguel) quien revirtió la derrota que había sufrido en las PASO de agosto y se atornilló a la intendencia por cuatro años más. Es uno de los principales interlocutores extraoficiales del massismo con el PRO y coordinó las negociaciones con el macrismo antes de las PASO. El cálculo es que estos cinco barones peronistas del conurbano podrían aportarle a Macri entre 5 y 6 puntos extra de cara al balotaje de noviembre.

Cambiemos, vía Ernesto Sanz, también ambiciona el 2,53% de los votos que obtuvo Margarita Stolbizer de Progresistas. Ayer tuvieron buenas noticias. El director por la oposición en AFSCA, Gerardo Milman, del partido GEN, reafirmó su posición de votar a Macri de Cambiemos en el balotaje. Juan Carlos Juárez, secretario general del partido fundado por Stolbizer, ya confirmó que la posición orgánica de su agrupación es no apoyar a ningún candidato. Por las dudas, Milman se cubrió y definió al kirchnerismo como "el Gobierno más conservador desde el retorno de la democracia; han convencido a los pobres que es buena la pobreza. La Argentina necesita un cambio".

El sciolismo también trabaja sobre Juan Schiaretti, gobernador electo de Córdoba, segundo distrito electoral del país donde Cambiemos arrasó con 53,24% de los votos. Le sacó más de 30 puntos de ventaja al Frente para la Victoria que quedó tercero detrás de Massa. Con De la Sota pegado al exintendente de Tigre y con el sciolismo desahuciado en tierras cordobesas, la cacería del FpV en la sierra se tornará más complicada. Lavagna padre, que tiene a Alejandro "Topo" Rodríguez en el gabinete de Scioli en provincia de Buenos Aires, también es un objetivo.

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