El viernes anterior, en el intradiario se había tocado una marca de 1.580, que después se desagió a los 1.562 de clausura. Ayer, la Bolsa local mantuvo un andar errático por momentos -como fuera de ritmo- y hasta debió asumir un deslizamiento hacia los mínimos, que lo depositó en un lecho de sólo 1.553. Y a todo esto...
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Jugando a favor con uno de los índices esperados, el «de confianza», por Wall Street se sacudían la modorra y ensayando una rueda bien alcista, que terminó por darle al Dow Jones una diferencia de casi el 2,4% (que se diluye bastante, frente a un trayecto mensual muy pobre).
La región no pudo copiar en las alturas lo del índice rector, llegando el Bovespa a zona del 1,8% de suba.
Con tal escenario en el exterior, al Merval le llegaba una fuerza suplementaria para incorporar a la defensa única que poseía ante el ataque de ventas: contraer el ritmo de negocios. Así, pudiendo apuntalar los pisos y contando con buena onda que surcaba afuera, vino lo mejor de la fecha en cotizaciones. Unos treinta puntos de mejora, desde el extremo inferior, lo llevaron a cerrar en 1.582 y casi tocando la cumbre del día.
Diferencias de 28 avances contra 24 descensos impusieron de una fecha equilibrada. Y que igual pudo extraer otra rueda favorable, en secuencia que lleva seis sesiones positivas y va en busca de rematar el mes: en muy buenos términos. El volumen no salió de la actitud defensiva, apenas con $ 38 millones de efectivo, pero con gran ruido en «cauciones»: $ 291 millones y captando 35% del total general. Boldt y Oeste, con un 7% cada una, de lo mejor del día. Se promete fuego intenso en el exterior, buscando descontar, y el Merval -sólo con aguantar- ya está hecho. La Bolsa, festeja.
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