2 de mayo 2017 - 00:00

Sorprende a Brasil el auge de un candidato de extrema derecha

Pese a sus dramas judiciales, Lula da Silva lidera la intención de voto para las elecciones del año que viene. Pero lo acechan la ecologista Marina Silva y ese diputado, homofóbico y defensor de la tortura.

AMENAZA. Jair Bolsonaro es un exponente emblemático de la extrema derecha brasileña. La novedad es que las encuestas lo ubican ahora como una opción de poder para las próximas presidenciales.
AMENAZA. Jair Bolsonaro es un exponente emblemático de la extrema derecha brasileña. La novedad es que las encuestas lo ubican ahora como una opción de poder para las próximas presidenciales.
Brasilia - Las elecciones de octubre de 2018 aún están lejanas y el liderazgo de Luiz Inácio Lula da Silva en intención de voto no deja de ser, pese a sus muchos y serios problemas judiciales, un hecho habitual. Sin embargo, las últimas encuestas trajeron una novedad de alto impacto: el crecimiento del diputado ultraderechista Jair Bolsonaro, quien ya pelea el segundo lugar y, con ello, un eventual pase a una segunda vuelta.

La encuesta, realizada por la empresa Datafolha y divulgada por el diario Folha de Sao Paulo, es la primera que se realiza luego de la llamada "delación del fin del mundo", por la que 98 de los políticos más importantes de Brasil están siendo investigados tras los testimonios que exejecutivos de la empresa Odebrecht brindaron a la Justicia.

Lula, presidente entre 2003 y 2010 y que tiene cinco causas penales abiertas (tres de ellas relacionadas con la megacausa de corrupción conocida como "Lava Jato") conseguiría entre un 29 y 31% de los votos en primera vuelta, en diferentes escenarios electorales.

Esto representa, pese a las denuncias, un crecimiento del líder de izquierda. En la última encuesta presidencial realizada por la empresa, de julio de 2016, partía desde un 25% de los apoyos.

En tanto, Bolsonaro, de posiciones ultraconservadoras, aumentó significativamente su intención de voto y, con un 15%, ya pelea el segundo lugar en una primera vuelta con la ecologista Marina Silva, del centrista partido Rede.

Silva es la única política en condiciones de vencer Lula en segunda vuelta: 41 a 38%, diferencia considerada por Datafolha como de "empate técnico". En todas las demás mediciones, el exmandatario de izquierda se impondría ampliamente.

Uno de los principales temores del PT es que, de ser condenado por su presunta participación en el caso "Lava Jato" (lavadero de autos), Lula no pueda presentarse como candidato. En un escenario planteado por Datafolha, sin el líder de izquierda, Silva y Bolsonaro se disputarían la victoria con 45 y 44% de los votos, respectivamente, un empate técnico.

Bolsonaro manifestó en repetidas ocasiones ideas homofóbicas y machistas, defendió a la última dictadura militar y se mostró partidario de la mano dura y de las torturas.

El 17 de abril de 2016, al votar a favor de la apertura del juicio político a la entonces presidenta Dilma Rousseff (PT), homenajeó en el Congreso al coronel Carlos Alberto Brilhante Ustra, quien presidió entre 1970 y 1974 uno de los mayores centros de tortura que operaron durante la dictadura brasileña y se convirtió en uno de sus símbolos más nefastos (1964-1985).

Unos días después, el 9 de julio, declaró que el gran error de la dictadura militar fue "torturar y no matar" a sus adversarios. La misma Rousseff había estado sometida a brutales torturas en el centro que dirigía Brilhante Ustra.

Además del crecimiento de Lula y Bolsonaro, la encuesta -realizada el 26 y 27 de abril- refleja la caída de Aécio Neves y Gerardo Alckmin, tradicionales líderes del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) y afectados por su presunta implicación en "Lava Jato".

Dentro del PSDB, el único que crece es João Doria, alcalde de la ciudad de San Pablo (ver nota aparte). Por otra parte, aunque nunca expresó su voluntad de ser candidato, el juez federal Sérgio Moro, quien lleva adelante la causa del "Lava Jato" obtuvo también un buen porcentaje de apoyos y, en un hipotético escenario de segunda vuelta con Lula, incluso sería el vencedor. Con todo, Moro no ha dado indicios de pretendenr pelear por la Presidencia.

Michel Temer, actual presidente del país y quien asumió el cargo tras la destitución de Rousseff el 31 de agosto de 2016, ya anunció que no se presentará a las elecciones. El estudio de Datafolha refleja que sólo un 9% de los brasileños aprueban su gestión, mientras que un 61% cree que es mala o pésima.

Agencias DPA, AFP y Reuters,


y Ámbito Financiero

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