No sabemos quién saldrá campeón, ni quiénes descenderán al término de este Clausura 2010, pero se sabe que una de las características que recordaremos de este torneo será la lluvia. Tanto, que en 79 años de profesionalismo por primera vez se suspende un Boca - River por la cantidad de agua que se acumuló en el campo de juego. Los ocho minutos que Héctor Baldassi necesitó para confirmar fueron innecesarios, a simple vista, desde cualquiera de los cuatro costados de la Bombonera: la cancha estaba inundada, la pelota no rodaba, las líneas de las áreas y que limitan la cancha no se veían y todo era el marco ideal para un espectáculo dantesco. Si a esto le agregamos que las tribunas estaban repletas, hasta con gente que pagaron 400 dólares por un ticket, todo se transformó en una falta de respeto general.
Del juego, casi nada para analizar. La crónica dice que hubo un acercamiento al área de Vega por un intento de gambeta de «Nico» Gaitán; que Palermo saltó a disputar un balón con Ahumada, que el goleador casi se zambulló en un charco y que Riquelme debió trabar dos veces contra el agua acumulada. Hasta ahí se llegó. Baldassi llamó a Palermo y Gallardo y suspendió la edición 186 del superclásico. La responsabilidad se la repartirán el árbitros y los encargados de presentar un terreno acorde con la categoría del partido (Boca confirmó ayer el despido del ingeniero que se ocupaba del drenaje de la Bombonera).
El contenido al que quiere acceder es exclusivo para suscriptores.
1/4
Ahumada no lo para a Riquelme, sí lo hace el agua. Ésa fue la última jugada del minipartido, iban ocho minutos.
2/4
El agua es protagonista estelar de la disputa entre dos jugadores de Boca y River.
3/4
Un empleado pinta las líneas del área antes del comienzo del partido.
4/4
Favale (árbitro suplente), Gallardo, Héctor Baldassi y Palermo en el instante en que el árbitro decidía la suspensión.
Dejá tu comentario