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Temblaron las Bolsas europeas por nuevo impuesto en Grecia
Todo comenzó cuando aparecieron noticias de que el Ministerio de Economía heleno había anunciado que pretendía imponer un impuesto retroactivo a los inversores extranjeros de deuda griega. La primera que reaccionó fue la Bolsa de Atenas, que se derrumbó un 4%. Según trascendía entre las mesas de operaciones de la banca europea, el objetivo del Gobierno griego era imponer un impuesto retroactivo a los inversores individuales e institucionales que obtuvieron ganancias con sus tenencias de deuda griega entre el 29 de febrero de 2012 y el 31 de diciembre de 2013. Sin duda, la novedad no cayó para nada bien entre los inversores ya que ese impuesto sería del 33% sobre las ganancias para los inversores institucionales y del 20% para los inversores individuales.
Pero el otro ingrediente que potenció el malhumor fue aparentemente un informe de la consultora PwC, que daba cierta credibilidad al rumor y que según los operadores señalaba que la responsabilidad para calcular y pagar el impuesto a las autoridades griegas recaía en los inversores extranjeros, haya o no un intermediario griego implicado en la transacción y aunque la transferencia correspondiente de bonos se haya hecho a través de cuentas de clientes colectivos. Además explicaba que los inversores extranjeros debían remitir el impuesto en un plazo de dos meses desde la emisión de la circular, mediante la presentación de una declaración de impuestos. A la que se deberá acompañar de la documentación remitida por el custodio, que deberá dar a conocer las ganancias o pérdidas realizadas por la deuda griega entre el 29 de febrero de 2012 y el 31 de diciembre de 2013. Para cumplir con la nueva exigencia los inversores extranjeros deben designar a un representante fiscal en Grecia y adquirir un número de registro fiscal griego. El informe de la consultora advertía que dada la brevedad de los plazos en virtud de la circular, las posibles sanciones y los intereses que se aplicarán en caso de incumplimiento, la acción inmediata era necesaria, así como también el asesoramiento de los especialistas dadas las incertidumbres que aún existen con la implementación práctica de las nuevas directrices.
Debacle
En medio de la debacle bursátil (no sólo Atenas caía, España, Portugal e Italia perdían más del 3%), el Gobierno griego pareció dar marcha atrás y salió a negar que fuera a imponer un impuesto retroactivo a los extranjeros que invirtieron en bonos helenos el año pasado. Frente al informe de PwC los funcionarios griegos sostuvieron que el documento sólo tenía por objetivo clarificar que el anterior régimen fiscal del 33% para los inversores institucionales y del 20% para los individuales había sido abolido en 2014. Ahí el Ministerio de Economía heleno, comandado por Yannis Stournaras, emitió un comunicado que sostenía que "no hay impuestos para las ganancias por transferir bonos del Gobierno griego por parte de inversores extranjeros a partir del 1 de enero de 2014", lo que desactivaba la intención de un impuesto retroactivo.
A pesar de la desmentida oficial, Madrid perdió un 2%, Atenas casi un 5%, Milán cerca del 4% y Lisboa casi un 3%.
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