Trump ofreció ayer una conferencia de prensa, anunciada con unas pocas horas de antelación, en Doral, ciudad próxima a Miami, para manifestar su repudio al "horrible" ataque contra una iglesia católica en Francia, en el que fue degollado un cura por yihadistas vinculados al EI.
Sin embargo, la conferencia estuvo dominada por Rusia y las supuestas interferencias de ese país en la campaña electoral a través del supuesto hackeo de miles de e-mails del Partido Demócrata.
Al respecto, Trump dijo no tener "nada que ver" con Putin y calificó de "fraude" las versiones acerca de que es su amigo y lo admira.
No obstante, aseguró que para las relaciones ruso-estadounidenses será "mucho mejor" que él sea presidente y no Clinton, lo mismo que dijo cuando se tocaron otros asuntos como las relaciones comerciales con otros países.
Cuando fue interrogado acerca de las versiones sobre la posible relación del Gobierno ruso con el reciente pirateo de los servidores informáticos del Comité Nacional Demócrata, que derivó en revelaciones embarazosas para ese partido y su candidata, Trump opinó que "probablemente" Rusia no esté detrás.
Sin embargo, a continuación animó a los rusos a encontrar los mensajes electrónicos de Clinton, en una referencia al uso de una computadora privada para mandar y recibir e-mails que hizo cuando era secretaria de Estado, caso por el que fue investigada, aunque no se levantaron cargos formales en su contra
"Rusia, si estás escuchando, espero que seas capaz de encontrar los 30.000 e-mails que están desaparecidos", dijo. "Si un país extranjero tiene esos correos, me gustaría verlos", subrayó desde las instalaciones de un lujoso complejo turístico con campo de golf que posee en Doral.
Estas afirmaciones motivaron una rápida reacción de la campaña de Clinton. "Esta debe ser la primera vez que un candidato presidencial de un gran partido exhorta activamente a una potencia extranjera a llevar a cabo espionaje en contra de su oponente político", dijo el asesor de la aspirante en política exterior, Jake Sullivan. "Esto no es una hipérbole, son sólo los hechos. Esto ya pasó de ser una cuestión de curiosidad, y una cuestión de política, a ser un problema de seguridad nacional", aseveró en un breve comunicado.
Mientras el tema escalaba en todos los medios de comunicación, opacando incluso las repercusiones de la Convención Demócrata de Filadelfia, el portavoz de Trump, Jason Miller, debió salir a dar marcha atrás para frenar el escándalo.
"Para ser claros, el señor Trump no llamó ni invitó a Rusia ni a nadie a piratear los e-mails de Hillary Clinton", escribió Miller. "Trump claramente dijo que si Rusia u otros tenían los 33.000 e-mails ilegalmente borrados de Clinton, deberían compartirlos con el FBI inmediatamente", añadió.
En su conferencia de prensa, Trump aprovechó las preguntas sobre cualquier asunto para atacar a Hillary. Según él, aquella, además de "mentirosa" y un "desastre", es una "mala extensión" de Barack Obama, al que calificó como el presidente "más ignorante" de la historia.
Trump, que el martes participó en Doral en una gala recaudatoria de fondos pero no tuvo finalmente una reunión con líderes hispanos de Florida que se había anunciado días antes, pidió a los periodistas que se pregunten por qué la exsecretaria de Estado no ha dado una rueda de prensa en 235 días.
Según dijo, Clinton no comparece porque todo a su alrededor es un "desastre" y se mostró confiado de ganarle en las urnas el 8 de noviembre como señalan algunas encuestas.
El candidato republicano aseveró que si es ella la ganadora de las elecciones de noviembre, firmará acuerdos comerciales que supondrán un "desastre" para los puestos de trabajo en el país, como hizo su esposo, Bill Clinton, como presidente con el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA) con Canadá y México.
Según Trump, ese pacto "destruyó a Estados Unidos.
Agencias EFE, AFP y DPA |
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