14 de julio 2016 - 00:00

Trump logró imponer al Partido Republicano su agenda radical

Aunque no se opone a la aprobación del Tratado Transpacífico (TPP), el texto tendrá un sesgo más proteccionista y pedirá poner los intereses de EE.UU. “primero”. El lunes será proclamado candidato.

CAMPAÑA. Donald Trump encabezó un mitin en Westfield, Indiana. Superadas las primarias, apunta a noviembre.
CAMPAÑA. Donald Trump encabezó un mitin en Westfield, Indiana. Superadas las primarias, apunta a noviembre.
Washington - El Partido Republicano aprobó el borrador de su programa electoral mucho más cercano a los sectores radicales con propuestas como construir un muro en la frontera sur -una de las principales de Donald Trump- el rechazo al matrimonio homosexual, una política comercial más proteccionista y curiosidades como una llamada a combatir la "amenaza" de la pornografía.

El martes finalizó un proceso de dos días en Cleveland (Ohio), en el que un comité de 112 miembros de la formación conservadora decidió cuáles son las líneas maestras que guiarán la política de Trump, virtual candidato a la presidencia de EE.UU., y los legisladores republicanos en los próximos cuatro años.

Trump no se implicó directamente en la redacción del documento, que debe ser ratificado la próxima semana en la Convención Nacional Republicana de Cleveland, pero algunas de sus propuestas estrella quedarán marcadas en tinta, pese a suponer un giro frente a la ortodoxia del partido.

Entre ellas está la construcción de un "muro" que "cubra toda la frontera sur" con México para contener la inmigración ilegal, así como la negociación de tratados comerciales "que pongan los intereses de Estados Unidos primero", dos de los mantras de Trump durante las elecciones primarias.

"Un presidente republicano insistirá en la paridad en asuntos comerciales e implementar aranceles compensatorios si otros países se resisten a cooperar", indica el programa que, sin embargo, no se opone directamente al Tratado de Cooperación Transpacífico (TPP), cuya ratificación legislativa pide que "no se apresure".

Del mismo modo, el programa también incluyó un texto en el que se pide someter a un "escrutinio especial" a aquellos procedentes de países que "apoyan el terrorismo", una versión diluida de la petición de Trump de prohibir la entrada a inmigrantes provenientes de países con un historial de terrorismo.

La guía mantiene coincidencias con el texto de 2012 como el respeto a la "familia tradicional", pese a que por primera vez en la historia de esta reunión una integrante abiertamente gay, Rachel Hoff, del Distrito de Columbia, intentó añadir una enmienda para que se reconociera a "todo tipo de familias", incluidas las de padres del mismo sexo.

Una veintena de miembros del comité que diseña el programa apoyó la moción de reconocimiento del matrimonio homosexual, algo que muestra un cambio en el Partido Republicano después de que el Tribunal Supremo aprobara este tipo de uniones en todo el país el año pasado.

Las discusiones también se centraron en la connotación de palabras: se cambiará "inmigrante ilegal" por "extranjero ilegal" para referirse a los indocumentados y "pre-nacido" en vez de "nonato".

Por otra parte, el programa insiste en la necesidad de que se respete el derecho a portar armas y no se persigan mayores controles, como piden los demócratas a la luz de los habituales tiroteos en zonas públicas. Por el contrario, el comité del programa republicano añadió una enmienda para considerar la pornografía "una crisis de salud pública", y pide a los estados que "luchen contra esta amenaza" que daña a la juventud.

Pese a que los sondeos anticipan un desenlace electoral incierto, muchos republicanos estiman improbable que Trump pueda vencer a la demócrata Hillary Clinton en noviembre.

El partido republicano se reunirá el próximo lunes en su Convención nacional en Cleveland para investir al magnate como su portaestandarte. Pero en lugar de ser una reunión destinada a ensalzar las virtudes y posibilidades de victoria del partido, el evento probablemente revelará las profundas divisiones entre el 'establishment' republicano y el estilo populista y directo de Trump. Y la disconformidad por su postulación quedará visible por la ausencia de Mitt Romney, John McCain, John Kasich ni ningún Bush, todos ellos pertenecientes al ala tradicional del partido.

Agencias EFE y AFP

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