"Círculo vicioso", como lo llamó Tsipras, o "guerra de sanciones", para Putin, ambos coincidieron en que estas medidas no resuelven los problemas surgidos entre Bruselas y Moscú por la crisis de Ucrania.
Los dos mandatarios hablaron con la prensa después de mantener en el Kremlin una conversación precedida por fuertes críticas de algunos socios europeos a Tsipras y por especulaciones sobre la posibilidad de que Grecia pidiera ayuda financiera a Moscú para paliar su endeudamiento con Bruselas mientras negocia.
"El mejor modo de resolver estos problemas es poner fin a la guerra de sanciones y a las medidas de respuesta" de Rusia, dijo Putin.
Tsipras subrayó que el embargo a las importaciones de productos frescos europeos por parte de Rusia infligió una "gran herida" a la economía griega, mientras Putin recordó que el comercio bilateral se redujo el pasado año un 40%.
"Pero entendemos perfectamente que esas medidas de respuesta fueron una réplica a las sanciones con cuya lógica no estamos de acuerdo y esto ya lo hemos declarado públicamente", dijo el premier heleno.
Diversos medios habían especulado que Moscú pudiera hacer alguna excepción en el embargo agrícola a los países europeos más reticentes a las sanciones y el ministro de Agricultura ruso, Nikolái Fiodórov, nombró ayer concretamente a Grecia, Hungría y Chipre. Pero de las declaraciones de Putin y Tsipras quedó claro que, por el momento, al menos, no hay nada de ello.
El jefe del Kremlin aseguró que el izquierdista primer ministro griego no pidió ayuda financiera a Rusia y que únicamente hablaron de "realizar distintas inversiones en el terreno de las infraestructuras, transporte, energía, etcétera".
El hecho de que la visita de Tsipras a Moscú casi haya coincidido con la fecha de pago, hoy, de un tramo de la deuda griega a sus acreedores europeos -a pesar de que Atenas garantizó al FMI que cumplirá- levantó todo tipo de suspicacias entre políticos y medios europeos.
Saliendo al paso de ello, Putin dejó claro que Rusia no tiene intención de utilizar a Grecia como caballo de Troya para mejorar sus relaciones con Bruselas.
Ambos mandatarios firmaron un Plan de Acción conjunto para 2015-2016 que prevé la cooperación en distintos ámbitos económicos, pero en esta visita no se anunció nada concreto.
Como se preveía, Putin ofreció a Tsipras la posibilidad de que Grecia se conecte al nuevo gasoducto ruso-turco (Turkish Stream) que se quiere construir bajo el Mar Negro para llevar gas ruso a Europa. "Se trata de cientos de millones de euros anuales simplemente por el tránsito", dijo Putin.
Agencia EFE |
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