12 de septiembre 2011 - 00:00

Tucumán clausuró, acorralada, ingenio por contaminación

El ingenio La Florida está señalado por arrojar desechos tóxicos a los ríos que confluyen en el embalse Río Hondo. El Gobierno de José Alperovich cerró de modo preventivo la destilería de la empresa.
El ingenio La Florida está señalado por arrojar desechos tóxicos a los ríos que confluyen en el embalse Río Hondo. El Gobierno de José Alperovich cerró de modo preventivo la destilería de la empresa.
Acorralada, Tucumán clausuró la destilería del ingenio La Florida por contaminación tras una semana de intensos reclamos encabezados por el gobernador de Santiago del Estero, Gerardo Zamora. La llegada a la provincia del titular de la Secretaría de Medio Ambiente de la Nación, Juan José Mussi, se advirtió como una señal de presión de la Casa Rosada para el Gobierno de José Alperovich, quien debió mostrar predisposición para resolver el problema y desechar las acusaciones sobre la presunta protección de su gestión para las industrias con cuestionados procesos productivos dañinos para el ambiente.

Mussi desembarcó en tierra tucumana el sábado oficialmente para encabezar la firma por parte de seis empresas locales del Plan de Reconversión Industrial (PRI), por el cual se les otorga créditos a tasa cero para realizar inversiones tendientes a disminuir el impacto ambiental que generan, y coincidió con el pico de tensión entre ambas provincias en torno al estado ambiental de la cuenca Salí-Dulce.

Unas horas antes de la llegada del funcionario nacional, la Secretaría de Medio Ambiente (SEMA) provincial decidió cerrar provisoriamente la destilería del emblemático ingenio -la fábrica azucarera seguirá funcionando normalmente-, perteneciente al empresario Jorge Rocchia Ferro, titular del grupo Los Balcanes. La empresa deberá colocar una bomba y una compuerta con precinto para controlar el vuelco de desechos contaminantes para volver a poner en marcha la destilería.

En rigor, la clausura preventiva se efectivizó durante la tarde del jueves, luego de que inspectores del Comité de Cuenca Salí-Dulce y de la SEMA comprobaran el vertido de vinaza en un troncal que desemboca en la cuenca Salí Dulce. Por caso, la polémica armó la semana pasada una amenaza de corte de ruta por parte del intendente de Río Hondo y la advertencia de Zamora, de impedir que las empresas tucumanas comiencen el próximo año a producir si mantienen los niveles actuales de contaminación.

Después de la clausura, Zamora indicó que «nos da mucha tranquilidad y por lo menos la seguridad de que ya se ha empezado a reingresar en el camino del que no se debía haber salido nunca» y agregó que «ningún empresario, por más que tienen todo el derecho del mundo a generar una industria lícita, lo debe hacer afectando los derechos de otras personas, especialmente del medio ambiente; es por eso que le venimos exigiendo a la Justicia que se tomen medidas».

Como un indicio más de lo que hoy aparece como una respuesta ante las presiones y la visita del funcionario nacional, el fiscal general federal de Tucumán, Antonio Gustavo Gómez -impulsa un gran número de causas contra empresas que contaminan la cuenca-, afirmó que la provincia «hizo lo que debió hacer hace mucho tiempo. ¿Recién ahora se dan cuenta de que contaminan? Las leyes siguen siendo las mismas, y hace mucho tiempo que las denuncias por contaminación pesan sobre estas empresas y no se hizo nada», aseveró.

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