Jason Bourne era un espía asesino de oscuras agencias gubernamentales, interpretado por Matt Damon, que sufría amnesia y sólo deseaba recuperar su identidad. Ahora aparece Jeremy Renner, superasesino sometido a mutaciones y adicciones, que mata gente a diestra y siniestra para evitar el síndrome de abstinencia de las drogas experimentales que lo convirtieron en una máquina homicida. Decidido a seguir en pie, se une a la científica que creó el programa de drogas (Rachel Weisz), que ahora también es perseguida a muerte por quienes lo diseñaron. Sin relación alguna con las novelas de Robert Ludlum que dieron lugar a la saga, salvo por el hecho de ser un subproducto pensado para mantener viva la franquicia, "Legado Bourne" tiene potentes escenas de acción y violencia, que sirven para mantener al espectador ajeno a lo absurdo de la trama.
D.C. |
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