22 de mayo 2009 - 00:00

Un extraño microclima que provee inmunidad

Un extraño microclima que provee inmunidad
Si bien puede resultar satisfactorio, para los operadores locales que volvieron a gozar de índices en alza, no resulta aconsejable porfiar en contra de una tónica exterior que tanto abarcó a los grandes centros, como se extendió por la región que nos sirve de espejo. Buenos Aires volvió ser figura excluyente, emergiendo con su signo positivo de un escenario poblado de lo adverso. Y no fue poca cosa que el Dow Jones terminara con un 1,5% de baja (sabiendo estar más arriba que eso, en el intradiario). Mucho menos que el indicador de Brasil, como el de México, acusaran recibo de la mala rueda con caídas de más del 2 por ciento.

Sin embargo, al trotecito y sin alarde -como en una milonga- el Merval clásico trepó al cierre en un 0,7%. Y fue llevado nada menos que al doble -el 1,5%- por el listado que sólo contiene a las locales. Las diferencias de la fecha no avalaron suba tan notoria, porque por «26» papeles con aumentos hubo otros «30» en descenso. El mínimo de la jornada llegó a un piso de «1.521» -unos «30» puntos debajo del cierre anterior-, pero ensayó una escalada alcista que lo elevó a «1.560», y allí se afirmó como la marca de clausura. Un día extraño, para adosarle un calificativo sin extravagancia, donde en el ámbito local se pudo ver al dólar fortificarse (cuando en el mundo arremetía el euro) y con mercado bursátil floreciendo, en medio de jardín marchito de todas partes.

Comercial, Solvay y Pampa, con más del 9% cada una, resultaron actores principales del avance. El volumen optó por la contracción -a sólo 47 millones de pesos- sin tampoco prestar aval a la inusitada marcha a contramano, que se viera desplegar aquí. Esto ofrece un flanco riesgoso, si llega el momento de adecuarse. La Bolsa, con el casco.

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