22 de enero 2010 - 00:00

Un final anunciado

Era el principio del fin. Alfio Basile sufría el 3-1 ante River y ya estaba analizando su renuncia.
Era el principio del fin. Alfio Basile sufría el 3-1 ante River y ya estaba analizando su renuncia.
A pesar de tener presidente, referentes, dirigentes populares, manager, nadie de Boca salió a dar una voz oficial, pero lo cierto es que Basile, Alfio Basile, «el Coco», ya decidió que no seguirá dirigiendo al plantel profesional del club de la Ribera. La gota que terminó desbordando el vaso no fueron solamente los tres goles de River en el primer clásico del 2010. Es más, en su intimidad Basile casi que podría agradecer que solamente fueron tres las estocadas, en un partido con una diferencia futbolística tan amplia que, eso sí, terminó por definir al DT que con este grupo de jugadores ya mucho no le queda por hacer. El retraso en la llegada de al menos uno de los refuerzos que el pretendía (Jesús Méndez, Gago, Cata Díaz, Schiavi, Desabato), la falta de respuestas de jugadores claves para su idea de equipo (Ibarra, Abbondanzieri) y la sombra que proyecta la imagen de Carlos Bianchi desde el palco desde su figura de manager, terminó siendo un cóctel indigerible para Basile, que ayer por la tarde le comunicó a Jorge Amor Ameal que su ciclo había terminado.

En Boca, se sabe, el tiempo corre con mayor velocidad que en la vida misma. Sin ni siquiera tener resuelta la desvinculación comenzó a elaborarse la ingeniería para encontrar un sucesor inmediato. El vértigo de los acontecimientos no son de color azul y amarillo. El domingo debe jugarse la revancha ante River en Mendoza y el próximo fin de semana comienza el Clausura con una seguidilla de tres partidos (Argentinos, Lanus y Newells) e iniciar con el mismo paso torcido este año para Boca sería comenzar a hipotecar desde el comienzo mismo un nuevo torneo local. El candidato más cercano, es Abel Alves, entrenador de la reserva desde hace casi cinco años, que tendría no solamente el apoyo dirigencial sino que recibiría los consejos directos de Carlos Bianchi.

El otro candidato, elegido por Bianchi, por tener características en su perfil profesional que agradan al manager es Gustavo Alfaro ¿Por qué no Bianchi? El actual manager cree que no es su momento para hacerse cargo del primer equipo, pero nadie pone las manos en el fuego de cuál sería la decisión que tomaría si los dirigentes lo presionan para que se calce el buzo de DT. Quizás termine él también poniéndole punto final a su ciclo, y tal vez nadie en Boca se rasgaría las vestiduras si eso ocurre.

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