La curva ascendente con la que ves,llegó Mendoza al Argentino parece no detenerse. Luego de disputar un Cross Border con deslucidas actuaciones, el conjunto de Cuyo parece haber ido poco a poco encontrando el equipo y la madurez necesaria para pasar de lo que en la previa se presagiaba esquivarle al descenso a estar metido hoy en semifinales. La juventud con la que Mendoza debió salir a la cancha a enfrentar duros rivales fue un tema preocupante, la falta de jugadores experimentados, sobre todo en puestos claera todo un interrogante que bien supieron trabajar sus entrenadores, ya que apostaron a un sistema de juego que si bien hoy le falta mucho andamiaje, va por el buen camino. El equipo funciona como tal, sin tantas individualidades como en tiempos pasados, Mendoza cuenta hoy con un grupo humano sólido, donde todos tiran para el mismo lado y desean que éste sea el año de Cuyo, no por los resultados o la obtención del título, sino porque saben que deben dejar en alto todo el rugby de una provincia.
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