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Una bocanada de oxígeno
Tigre pegó de entrada, y el gol de cabeza de Denis Stracqualursi, tras centro de Esteban González, le dio tranquilidad para manejar la pelota desde la inteligencia de Diego Castaño y la habilidad de Diego Morales.
Newells había armado dos líneas de cuatro buscando jugar de contraataque, pero al verse en desventaja de entrada se desorientó por lo que no supo si atacar o defenderse.
Por eso Tigre pudo definir el partido en el primer tiempo, pero le faltó precisión en el pase final y cuando lo hizo apareció Peratta con dos buenas tapadas.
En el segundo tiempo, Roberto Sensini cambió el esquema y puso a Tonso y Cobelli para ser más ofensivo. Tigre retrasó sus líneas para jugar de contraataque aprovechando la velocidad de Martín Gómez y Galmarini por derecha ante la flojedad en la marca de Estigarribia. En los últimos minutos, Newells volcó la cancha con más amor propio que fútbol, pero regaló espacios, por lo que los dos pudieron marcar.
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