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Una iglesia en San Telmo guarda los mejores secretos de la cocina nórdica
En el salón de la institución religiosa funciona el restaurante del Club Sueco, un espacio en el que se disfrutan buffets libres con platos fríos y calientes, con el pescado de protagonista. Su ambientación y su oferta culinaria lo hacen único.
Experiencia
Más allá de que se ofrecen excelentes opciones de desayunos y menús ejecutivos a precios muy convenientes (en versiones económicas de plato y bebida, y más completas, con entrada y postre), los fuertes del Club Sueco son los buffets libres, con platos fríos y calientes. Los jueves y viernes a la noche funciona el smörgåsbord, y los sábados al mediodía, el brunch. Ambos comparten variedades de pescados que van de las anchoas y los boquerones a las lachas en salsa de tomate, mostaza, crema o al natural, y al salmón gravlax y ahumado, quesos y fiambres, ensaladas típicas, panes de centeno con pasas y opciones calientes clásicas como las kötbuller, acompañadas con croquetas de papas y porotos negros. "Estos servicios son muy similares, pero las principales diferencias entre ambos es que el brunch tiene más pastelería de desayuno y huevos con panceta ahumada, mientras que a la noche siempre hay alguna opción extra de pescados y mariscos", detalló.
Para comer como un buen sueco, lo ideal es empezar por los pescados y acompañarlos con papas al natural, complementar con ensaladas y después pasar a los platos calientes. Se puede terminar con un postre, siempre acompañado con el glögg, un vino caliente especiado con canela, clavo de olor, cáscara de limón y anís estrellado que suele tomarse especialmente durante la fiesta de Santa Lucía.
En cada momento, los mozos, los encargados del salón y el mismo Varela recorren las mesas para asesorar sobre cada sabor, que fue aprendido gracias a la formación gastronómica y las prácticas en el Club Danés realizadas por Sittmann y Varela, así como también "calibrado" por las damas suecas, noruegas y danesas que asistían al club y compartían recetas y secretos.
La velada se suele completar con música en vivo por dúos instrumentales, pero no faltan las ocasiones en que le piden al mismo Varela cantar. Es que el cocinero también es el frontman de la banda "Los del Club", un nombre al que califica de "inevitable", debido a que dos de sus integrantes también trabajaron en el restaurante. "Nuestro primer disco fue acústico y ahora somos un cuarteto eléctrico, que grabamos en su mayoría temas propios. Nos presentamos en distintos lugares, pero cuando realizamos algún evento, nos suelen pedir que toquemos algo", señaló.
Por último, Varela -a quien no le gusta presentarse como jefe o chef, sino como "un cocinero de oficio, que maneja junto con Nancy el timón de este barco"- adjudica el clima distendido que se vive en el Club Sueco al equipo de trabajo, que es "como una gran familia" que valora todos los detalles, desde la cocina al cuidado de la ambientación. En consecuencia, cada bocado es un viaje y una invitación a volver.
Buffet libre
PARA EMPEZAR: 4 variedades de lachas, 2 de salmón, anchoas, boquerones, quesos, fiambres, y ensaladas.
PARA SEGUIR: 4 variedades de platos calientes: albóndigas, porotos negros, croquetas de papas y tentación de Janssons.
Mesa dulce Cinco variedades, desde postres típicos hasta flan casero.
IMPERDIBLES: Salmón gravlax, lachas a la crema, kötbuller y glögg.
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