19 de marzo 2012 - 00:00

Una región curiosamente hostil para la Iglesia

Ciudad de México - Por segunda vez en siete años de pontificado Benedicto XVI llega a América Latina, donde vive poco más de un cuarto de los católicos del mundo, y será recibido el viernes por una Iglesia que pierde fieles, en una región que desafía sus mandamientos sobre contracepción, matrimonio homosexual y aborto.

«El llamado continente de la esperanza para la Iglesia Católica se va cayendo a pedazos», señala Bernardo Barranco, director del Centro de Estudios Religiosos de México, para quien el número de católicos «se ha derrumbado estrepitosamente».

Benedicto XVI regresa cinco años después de su viaje a Aparecida (Brasil), donde asistió a la V Conferencia del Episcopado Latinoamericano (CELAM), que lanzó una campaña de reevangelización, que no parece haber rendido los frutos esperados.

La Iglesia Católica no ha conseguido revertir la sangría de fieles, aunque las cifras del anuario pontificio, reveladas recientemente, siguen mostrando a América Latina como la región donde vive uno de cada cuatro (28,5%) de los 1.196 millones de católicos que hay en el mundo.

Por el contrario, los credos evangélicos continúan en auge, sobre todo en Brasil y Centroamérica.

Brasil, que cuenta con unos 125 millones de católicos en 191 millones de habitantes, puede dejar de ser el país más católico del mundo en las próximas dos décadas, según analistas.

«Es un ritmo de fuerte transformación. Los cambios que antes tomaban cien años, ahora sólo necesitan diez», afirmó el economista Marcelo Neri al presentar en agosto un estudio de la Fundación Getulio Vargas que indica que el porcentaje de brasileños católicos cayó del 73% al 68% entre 2003 y 2009.

A la caída demográfica de los católicos se añade la pérdida de influencia de la Iglesia en los debates públicos sobre temas de sociedad.

«Los valores tradicionales que defiende la Iglesia están enfrentando un grave desafío, pues en temas como el aborto, la eutanasia y la homosexualidad la posición religiosa se ve rebasada por lógicas nuevas», afirmó Barranco.

En la capital mexicana, que el Papa no visitará debido a la altura (2.300 metros), la alcaldía de izquierda despenalizó el aborto y legalizó los matrimonios homosexuales.

El aborto es legal en Cuba, país que el Papa visitará después de México, y el matrimonio de parejas homosexuales, así como su derecho a la adopción, fue reconocido en la Argentina, mientras que en otros países como Brasil, Colombia y Uruguay se reconocen derechos a las parejas del mismo sexo.

Proyectos de ley para despenalizar el aborto están siendo considerados en la Argentina y Uruguay, mientras que en varios países es autorizado por razones terapéuticas o de violación.

«La normatividad social que la Iglesia Católica y Benedicto XVI quieren seguir administrando está cada vez más fuera de control», dijo Fabián Sanabria, doctor en Sociología de las Religiones de la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales de París y actual director del Instituto Colombiano de Antropología.

«La agenda en estos temas la imponen los partidos, las organizaciones no gubernamentales y los cada vez más fuertes movimientos feministas y de la comunidad homosexual», añadió.

La Iglesia Católica latinoamericana se ha visto también sacudida, aunque en menor medida que las de Europa y Estados Unidos, por los escándalos de abusos sexuales de menores por parte de integrantes del clero.

México fue el país más afectado, debido al escándalo de los Legionarios de Cristo, intervenidos por el Vaticano tras las revelaciones sobre la doble vida de su fundador, el fallecido sacerdote Marcial Maciel, que tuvo varios hijos, uno de los cuales afirma que fue abusado por su padre.

«Cinco décadas después del Vaticano II, que revitalizó su presencia en América Latina, la Iglesia Católica parece necesitada de actualizar la memoria de ese aggiornamento», estimó Sanabria.

Agencia AFP

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