27 de mayo 2025 - 10:45

Nuevo bono para fondos extranjeros: qué busca el Gobierno, qué espera el mercado y qué rol juega el "put"

La colocación del Bonte 2030, dirigida exclusivamente a inversores internacionales, permitirá engrosar reservas sin presionar el mercado cambiario. El bono se suscribe en dólares, pero paga en pesos.

La reducción del riesgo a través de la opción put puede lograr que la licitación del bono sea exitosa. 

La reducción del riesgo a través de la opción "put" puede lograr que la licitación del bono sea exitosa. 

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¿Cómo funciona el Bonte 2030?

El instrumento tiene características particulares:

  • Moneda de emisión y pago: pesos argentinos

  • Moneda de suscripción: dólares estadounidenses

  • Plazo: 5 años (vence el 30 de mayo de 2030)

  • Intereses: semestrales, en pesos (30 de mayo y 30 de noviembre)

  • Amortización: íntegra al vencimiento

  • Cláusula “put”: permite rescate anticipado el 27 de mayo de 2027

  • Monto máximo: equivalente en pesos a u$s1.000 millones

El título busca captar u$s1.000 millones, no tiene ajuste por tipo de cambio, por lo que quienes lo adquieran asumen riesgo cambiario puro: aportan dólares pero cobran en pesos, apostando a que la devaluación futura no erosione el rendimiento. La tasa esperada se ubica entre 15% y 20% anual en pesos.

La licitación apunta a captar divisas sin pasar por el Mercado Libre de Cambios (MULC), lo que evita presión sobre el dólar oficial. En lugar de vender dólares y recibir pesos, los inversores extranjeros entregarán sus divisas directamente al Tesoro, que les asignará bonos en moneda local. El BCRA habilitó esta posibilidad el jueves pasado.

El timing del Ministerio de Economía no deja lugar a dudas: al 21 de mayo, las reservas netas muestran un saldo negativo estimado en -u$s8.470 millones, y el BCRA debe sumar cerca de u$s5.000 millones en tres semanas para cumplir con la meta de -u$s2.530 millones exigida por el FMI el próximo 13 de junio. Pese a que posiblemente el Gobierno se vea en la obligación de solicitar un "waiver", esta colocación permitirá reducir esa brecha y afrontar los pagos de deuda previstos para junio.

"Fundamentalmente busca comprar divisas con el doble propósito de acercarse a la meta de junio (para la que necesitará un waiver) y afrontar los vencimientos de bonares y globales en julio, sin poner presión al tipo de cambio. Como la suscripción es directamente en dólares, los inversores internacionales no liquidan esos dólares en el MULC a cambio de pesos y evitan una baja de tipo de cambio que los desfavorezca", expresó el economista Isaías Marini, analista de Estrategia en ONE 618.

"Que la suscripción sea en dólares es un punto importante, ya que permitiría aumentar las Reservas Internacionales de cara al vencimiento de la meta con el FMI el próximo 13 de junio. Además, contará con una opción de venta (put) con fecha de ejercicio el 27 de mayo de 2027", resaltaron desde PPI.

En relación al put, el economista Federico Machado puntualizó en su cuenta de X cómo será la operatoria: "El inversor recibe bonos en pesos y el Tesoro recibe dólares. Con esos dólares cancela sus vencimientos, con lo cual sustituye deuda en dólares (Bonares y Globales) por deuda en pesos (Bonte). Adicionalmente, el nuevo BONTE ofrece un put, la opción de pedir el rescate anticipado en mayo 2027. Esto permite al inversor tener una 'parada intermedia' si ve que la situación macroeconómica se descalabra, como sucedió en 2018-2019. De esta forma, inversor y Tesoro satisfacen su interés. Al menos hasta que el segundo pueda rollear la deuda en moneda extranjera (cuando el RP caiga debajo de los 400 puntos)".

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Así, el Gobierno espera captar interés de fondos especializados en deuda emergente, así como de argentinos con cuentas en el exterior. El respaldo normativo de la Comunicación “A” 8245 del BCRA autoriza la participación de no residentes si el instrumento tiene duración mayor a 180 días.

Desde Adcap Grupo Financiero, señalaron que este nuevo instrumento permite al Tesoro "evaluar el interés extranjero por la exposición a la moneda local. El mecanismo de suscripción en dólares estadounidenses ofrece al Tesoro una forma de absorber dólares dentro de la banda cambiaria sin presionar el tipo de cambio, lo que facilita la acumulación de reservas".

Desde la Secretaría de Finanzas, a cargo de Pablo Quirno, se explicó que la operación no implicará un aumento de la deuda bruta ni neta del Estado nacional. Los fondos recaudados se destinarán a refinanciar vencimientos en pesos, como los que operan el 30 de mayo, y los dólares se incorporarán directamente a las reservas del Banco Central.

Además, el Bonte 2030 no requiere permanencia mínima y estará regido por ley argentina, sin jurisdicción internacional. Podrá negociarse en A3 MERCADOS S.A. y otras bolsas del país, y estará representado por certificados globales a nombre de la CRYL del BCRA.

Por qué es tan importante el "put" que estableció el Gobierno

La inclusión de una cláusula de rescate anticipado (“put”) en el nuevo Bonte 2030 no es un dato menor. Pese a la confianza de los inversores extranjeros en la nueva administración, la "historia" de la Argentina pesa a la hora de tomar riesgo. Esta opción de salida funciona como una "válvula de seguridad" para los inversores, en especial para los fondos extranjeros que apuestan por deuda emergente en moneda local.

Un paper reciente titulado “El rol del riesgo de duración”, elaborado por Carol Bertaut, Valentina Bruno y Hyun Song Shin, aporta elementos clave para entender por qué este tipo de instrumentos genera atención en los mercados globales. Según el análisis, los inversores internacionales que compran bonos en moneda local de mercados emergentes asumen dos riesgos centrales: el cambiario y el de duración. Si bien estos riesgos son inicialmente soportados por los inversores, en escenarios de estrés —que termina culminando en una salida fuerte de capitales— el impacto final recae sobre la economía local, encareciendo el financiamiento y endureciendo las condiciones financieras locales.

El estudio señala que los bonos de mayor duración implican mayor sensibilidad a cambios en las tasas de interés: una suba en los rendimientos genera caídas más pronunciadas en el precio del bono. Por eso, en un momento de recuperación de confianza, probablemente los inversores extranjeros prefieran instrumentos de corto plazo, que les permiten rotar posiciones con mayor agilidad y menor exposición al riesgo.

En este sentido, el “put” que ofrece el Bonte 2030 adquiere relevancia estratégica: habilita al inversor a salir anticipadamente en mayo de 2027, manteniéndose dentro de la administración de Javier Milei. Esta opción representa un cambio considerable al BONTE lanzado por el mismo ministro, Luis Caputo, en 2018. Es decir, si el panorama económico o político se deteriora, o si el Gobierno obtiene un mal resultado en las elecciones legislativas de octubre, los tenedores del bono podrán ejercer esta opción sin esperar al vencimiento final en 2030.

Aunque los analistas financieros consideran poco probable un escenario adverso en las legislativas, la opción de salida sumado a que se busca captar un monto razonable - por los u$s1.000 millones-, reduce el riesgo, lo que puede ser un factor clave para lograr una licitación exitosa.

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