El blanqueo de capitales entró en su segunda etapa y se renovaron las dudas que apuran al mercado. Sucede que el régimen de regularización de activos ofreció algo de alivio, pero las condiciones estructurales del sector externo son delicadas, por lo que el futuro inmediato luce más que desafiante. Y es que para la city, el blanqueo genera impacto por una única vez, con efectos hasta ahora pequeños sobre las reservas brutas y una marginal contribución a la mejora de las internacionales netas.
Reservas: el mercado duda del impacto del blanqueo y se mantiene la incertidumbre sobre el pago de deuda 2025
El blanqueo proporcionó cierto oxígeno, pero la incertidumbre sobre las fuentes de financiamiento y las delicadas condiciones del sector externo plantean un desafío significativo para la estabilidad económica a futuro.
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El BCRA registró su segunda mayor compra de dólares desde mayo y las reservas superaron los u$s31.000 millones
El panorama es el siguiente: el Banco Central (BCRA) tiene reservas negativas por u$s6.000 millones, según estimaciones privadas. Y, para cumplir con los pagos de la deuda se necesitan entre u$s6.000 y u$s9.000 millones, de acuerdo con diferentes supuestos, que tendrán que salir de las reservas o de algún "repurchase agreement (REPO)". “Algo vendrá de colocaciones de deuda corporativa y de inversión directa, pero está claro que los dólares serán escasos”, señalan desde Econviews.
Así, el país enfrenta una urgente necesidad de dólares frescos, tanto para pagar la deuda como para fortalecer las reservas, que son esenciales para levantar el cepo cambiario. Al mismo tiempo, persiste la incertidumbre sobre las posibles fuentes de financiamiento para cubrir las obligaciones financieras, sobre todo las de mediados del 2025, pues las de enero, lucen cubiertas.
A esto hay que sumarle que, según comentan en la city, el BCRA priorizó reducir la brecha cambiaria, para lo que desvió el 20% de las exportaciones al mercado de dólares financieros. Eso le impidió sumar más de u$s13.000 millones a las reservas entre diciembre de 2023 y agosto de 2024.
Esta política empeora la dinámica del sector externo y proyecta mayores problemas para 2025. Además, la apreciación cambiaria, la reducción del impuesto PAIS y la liberalización de importaciones profundizan la restricción externa y afecta las decisiones de inversión y producción de las empresas industriales locales, indican los expertos.
Blanqueo: el impacto en las reservas
En diálogo con Ámbito, Pedro Gaite, economista jefe de la Fundación de Investigaciones para el Desarrollo (FIDE), explica que, en efecto, el blanqueo proporcionó cierto alivio, pero no vino para resolver el principal problema de la macroeconomía argentina: la falta de dólares, que afecta directamente al frente externo.
Y es que aunque los depósitos en dólares aumentaron, aún no se refleja en las reservas, ya que los bancos retienen el efectivo, "a la expectativa de ver cuántos depósitos permanecen y cuántos se retiran". Además, explica que “debido a la reglamentación del Banco Central, los billetes en efectivo no necesariamente se contabilizan como encajes, lo que significa que, aunque es probable que en las próximas semanas aumenten los encajes y las reservas brutas, no está garantizado que el impacto sea significativo”, analiza.
El economista Federico Glustein, por su parte, calcula que son aproximadamente u$s2.000 millones lo que ha ingresado por el blanqueo a las reservas netas, mientras que la mayoría de los recursos se mantienen en las cajas de los bancos, en línea con lo que plantea Gaite. “Eso se debe a que muchos agentes blanquean y retiran o buscan invertir en otros activos”.
Andrés Reschini, analista en F2 Soluciones Financieras, agrega que el blanqueo “no es financiamiento directo para el Estado”. No obstante, desliza que el hecho de que haya más divisas dentro del sistema puede ser de ayuda: “Los préstamos en dólares ayudan a mantener la oferta en el Mercado Único y Libre de Cambios (MULC) y el BCRA se beneficia de ello”. A lo que se refiere es a que, si los dólares fluyen hacia la economía real por los canales de crédito, se convierten en un factor positivo para las reservas.
Gaite coincide con Reschini, pero advierte que esto es un supuesto y no está asegurado: “Si los bancos tienen más efectivo, estarán más incentivados a prestar esos dólares, pero, de nuevo, esto no lo sabemos”. Estos dólares impactarían en las reservas netas porque el BCRA los compra, y por ello el economista estima que esa es una de las principales razones por las que el Central volvió a comprar divisas en el mercado cambiario después de ser vendedor en los meses anteriores.
Y agrega: “Si bien las compras no han sido significativas, en agosto y septiembre retomaron la tendencia compradora, lo cual es positivo, pero parece estar impulsado por el aumento del crédito en dólares ”.
Para Martín Kalos, director de la consultora EPyCA el blanqueo es, en esencia, una solución temporal, un paliativo o un parche de única vez. “Cumple con todas esas características”, desliza. La gran pregunta, comenta, es ¿cuánto financiamiento se necesita para cubrir los importantes vencimientos de deuda? Existe incertidumbre, ya que se está en la salida de una crisis y "no es posible asegurar de inmediato la disponibilidad de dólares para los pagos", se responde a sí mismo.
Sin embargo, el escenario en el que todo se cancela es factible, asegura Kalos. “No se trata de no saber si se pagará, tampoco se puede descartar que los dólares necesarios aparezcan. Se sabe es que existe voluntad de pago”, por parte del Gobierno, desliza.
Para el economista, todo dependerá de la política cambiaria que adopte el equipo económico, pero esto es “un factor aún incierto”.
Según cómo se gestione, el BCRA podría acumular reservas, sobre la base de un superávit comercial que se espera sea amplio y de la obtención de financiamiento o refinanciamiento externo para cubrir los próximos vencimientos en dólares.
Este sería el punto de partida. Si además se lograra avanzar con el Régimen de Incentivo a la Inversión (RIGI) o el blanqueo y atraer algunos dólares adicionales que permanezcan en el sistema durante varios meses, eso podría generar un movimiento que contribuya a la recomposición de las reservas y a garantizar los fondos necesarios para hacer frente a los vencimientos de deuda, concluye Kalos.
BCRA: cuánto gasta en mantener la brecha
En cuanto a la intervención del Banco Central en el mercado financiero, hay que decir que su participación es limitada. Según los cálculos de Gaite, son menos de u$s200 millones en agosto y un poco más de u$s300 millones en julio.
Glustein coincide en ese análisis y calcula que el BCRA no estaría "quemando dólares" para controlar la brecha cambiaria gracias a los ingresos en depósitos. Sin embargo, el economista advierte por el pago de la deuda para 2025, "el cual se torna más complejo, y aunque aún hay tiempo, es crucial prever cómo se afrontará el pago del capital".
“El problema mayor sigue siendo el blend exportador”, dispara Gaite. Es decir, el 20% de las liquidaciones de exportaciones que se realizan al contado con liquidación (CCL). Este es uno de los factores que mantiene la brecha cambiaria relativamente baja, junto con el blanqueo, pero a un costo enorme en términos de reservas, asegura el experto.
Desde diciembre hasta agosto, más de u$s13.400 millones se liquidaron al CCL en lugar de en el mercado cambiario, lo que habría permitido al BCRA acumular más reservas. Para el analista, “este instrumento debe eliminarse de inmediato, ya que la prioridad debe ser acumular reservas, y el blend limita gravemente esta capacidad”.
Algo similar opinan desde Econviews, que señala que los dólares de la cuenta corriente no alcanzarán. "Aunque eliminar el dólar blend podría generar una oferta adicional de cerca de u$s15.000 millones en el mercado oficial el año próximo, este impulso estará compensado por la normalización del pago de las importaciones, y por la caída del 20% en el precio de la soja respecto al año pasado”.
Al mismo tiempo, agrega la consultora de Miguel Kiguel, el rebote económico impulsará un aumento de las importaciones de insumos. Entre los dos factores se pierden u$s10.000 millones del balance comercial, que solo puede ser compensado en parte por mayores exportaciones de petróleo.
Así las cosas, al Gobierno no le quedará otra que “pasar la gorra”, y poco importará si los que aportan son comunistas o capitalistas. Acá lo que realmente importa es asegurar el financiamiento para el 2025.
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