Juez intenta despegar a Jaime del contrabando de drogas

Extraño cambio de actitud del juez Carlos Liporace. Pareciera que las investigaciones del magistrado han adoptado el rumbo de limitar las responsabilidades por el contrabando de 60 kilos de drogas sólo a «tres empleados infieles» y a un matrimonio de narcotraficantes españoles.

Quedan fuera del caso los directivos de Southern Winds, cuyos aviones sirvieron para transportar la droga, y funcionarios del gobierno que habrían encubierto la maniobra.

Liporace reconoció ayer que no investiga al polémico secretario de Transporte, Ricardo Jaime. «No está vinculado a la causa», dijo en las escalinatas de los tribunales de Avenida de los Inmigrantes.

La revelación (o confesión) robustece la hipótesis de que el juez trabaja en una sola línea de investigación y que no estaría muy interesado en avanzar sobre quienes posibilitaron o facilitaron que la droga saliera del país, sorteando todos los controles de seguridad en Ezeiza.

Para el juez, la causa se reduciría a un gerente comercial (Fernando Arriete), a un supervisor (Claudio Baudino) y a un empleado de atención de pasajeros frecuentes (Walter Beltrame), que habrían utilizado un vuelo internacional para un negocio ilícito.

Pero ¿podían tres empleados tener el control de todo Ezeiza? ¿Podían burlar 190 cámaras de seguridad distribuidas en todo el aeropuerto y subir a un avión cuatro maletas con 60 kilos de cocaína sin que se detectara el contenido en cinco controles? La lógica indica que no es factible.

Puede ser que las aerolíneas sean vulnerables al narcotráfico, pero perforar cinco controles sin la anuencia de algún funcionario no es creíble.

Liporace apoya una teoría distinta. Para el juez los tres empleados de SW y el matrimonio español pudieron haber logrado solos y sin el conocimiento de los directivos de la empresa la maniobra de narcotráfico detectada en Madrid. «Podía ocurrir perfectamente. ¿Por qué no?», sostuvo.

• Conocimiento

Los investigadores serios sostienen que el envío de la droga a Madrid era conocido por los jerárquicos de SW y que la contratación de Walter Beltrame (hijo del comodoro jefe de aeropuerto de Ezeiza) tenía el sentido de facilitar la operación. Se sostiene que Arriete funcionaría como el brazo ejecutor de los Maggio. Por lo tanto, los directivos de la empresa no podían desconocer lo que sucediera ante sus narices. Así lo confirman empleados de SW de Córdoba, que en el juicio oral declararon que «Buenos Aires sabía» de los vuelos con drogas que provenían de Tacna y «no tomaron medidas».

Si como declaró Maggio, el secretario de Transporte era su «jefe», es de suponer que no desconocía las irregularidades que cometía una línea aérea que era subsidiada por el Estado. ¿Jaime no se enteró de la denuncia que el 5 de octubre realizó Southern Winds por la aparición de la cocaína en España? El mismo Aníbal Fernández admitió que en octubre Interpol internacional dio parte de las cuatro valijas halladas en la cinta de equipajes del aeropuerto de Barajas.

En setiembre, Inteligencia sabía del tema. Su base en Madrid,-comandada por Carlos Duhalde -hermano del secretario de Derechos Humanos, Eduardo Luis Duhalde-, recibió esa información.

La misma aduana de Ricardo Echegaray se enteró de la incautación de la droga en territorio español, porque recibió en enero un pedido de detención por narcotráfico de Walter Beltrame, hijo del comodoro Alberto Beltrame a quien conocía de ver todos los días en Ezeiza.

• Prueba

La Guardia Civil española informó sobre el hallazgo en un parte muy concreto que desvincula a la embajada argentina en España del episodio, pero que resulta una prueba clara a la hora de certificar la llegada de la cocaína en el vuelo AR6420 de Southern Winds, en cuatro maletas que llevaban la inscripción: « Embajada Argentina en España, Madrid».

«Por el jefe del área de viajeros de la aduana del aeropuerto se procedió a la instrucción de diligencias N° 262/04 que fueron entregadas en el juzgado de instrucción N° 28, en funciones de guardia de los de Plaza de Castilla (Madrid), señala el documento al que tuvo acceso este diario.

Agrega: «En relación con estos hechos han sido detenidas y puestas a disposición judicial cinco personas en España» y que «no existen datos objetivos que relacionen de alguna manera esta actividad delictiva con persona de la Embajada de Argentina con el Reina de España».

Al panorama de desconcierto se suma la postura de la fiscal Gabriela Ruiz Morales, que ha pedido la indagatoria del presidente de SW, Juan Maggio, pero en su calidad de responsable de la aerolínea y no como imputado en el contrabando de drogas.

También reclamó la detención del comodoro Beltrame, del que ahora se sabe que no fue arrestado 10 días como se dijo, sino que recibió una sanción y no depositó ninguna prueba en una escribanía.

Las fiscal Ruiz Morales acusaa Beltrame por presunta participación en el delito de contrabando, pero en el juzgado de Liporace afirman que no saben si lo llamará porque la petición de la fiscalía no es clara. Interrogan otra vez a Beltrame

«Por el jefe del área de viajeros de la aduana del aeropuerto se procedió a la instrucción de diligencias N° 262/04 que fueron entregadas en el juzgado de instrucción N° 28, en funciones de guardia de los de Plaza de Castilla (Madrid), señala el documento al que tuvo acceso este diario.

Agrega: «En relación con estos hechos han sido detenidas y puestas a disposición judicial cinco personas en España» y que «no existen datos objetivos que relacionen de alguna manera esta actividad delictiva con persona de la Embajada de Argentina con el Reina de España».

Al panorama de desconcierto se suma la postura de la fiscal Gabriela Ruiz Morales, que ha pedido la indagatoria del presidente de SW, Juan Maggio, pero en su calidad de responsable de la aerolínea y no como imputado en el contrabando de drogas.

También reclamó la detención del comodoro Beltrame, del que ahora se sabe que no fue arrestado 10 días como se dijo, sino que recibió una sanción y no depositó ninguna prueba en una escribanía.

Las fiscal Ruiz Morales acusaa Beltrame por presunta participación en el delito de contrabando, pero en el juzgado de Liporace afirman que no saben si lo llamará porque la petición de la fiscalía no es clara.