2 de diciembre 2004 - 00:00

Salarios: Corte perdió la puja ante el Consejo de Jueces

Enrique Petracchi
Enrique Petracchi
Los jueces supremos mandaron a guardar las botellas de champagne que pensaban descorchar cuando muriera el año. No hay nada que celebrar. El calendario va despoblándose de hojas y la Corte Suprema llenándose de derrotas. Con fastidio, los cortesanos se admitían ayer doblegados por el Consejo de Jueces: el lunes 13, los judiciales cobran el aumento de sueldo. La administradora del Poder Judicial, Cristina Akmentis, ya tiene la orden de pagar.

Salvo que se produzca una catástrofe económica, el gran perdedor de esta pulseada resultó Enrique Petracchi. El presidente del supremo tribunal se había imaginado como el proveedor del regalo de Navidad que iba a abultar la cartera de los 17 mil empleados de la Justicia.

Su proyecto era otorgar un punto por antigüedad y un porcentaje por permanencia en el cargo. Lo venía conversado con Economía, para evitar que otros gremios en ola se prendieran a un reclamo salarial, como sucede hoy. Lo madrugó el Consejo de la Magistratura, que se despachó con un reescalafonamiento y un aumento de hasta 35% para el personal. La propuesta fue -sin dudas-más atractiva. Lo explica la devoción que ahora tiene por los consejeros el «moyanista» Julio Piumato.

• Sin votos

Petracchi no está en condiciones de dar vuelta el triunfo del Consejo de Jueces. Tiene pocos aliados. Le quitaron sus votos Eugenio Zaffaroni, Elena Highton de Nolasco, Antonio Boggiano y, mucho antes, el veterano juez Carlos Fayt.

La derrota de
Petracchi arrastra al representante del Ejecutivo en el Consejo de la Magistratura Joaquín Da Rocha que está nominado para dejar su lugar (el abogado Lino Palacios es otro de los postulados a irse). Hombres del gabinete le avisaron a Da Rocha que estaba allí para representar al gobierno y que no lo estaba haciendo bien.

Sus colegas le adjudican haber operado contra el Consejo y haber restado quórum el día en que se ratificó el incremento y desconoció la acordada de la Corte que lo había suspendido.

Comedidos,
hicieron correr una versión taquigráfica donde hace poco más de un mes (el 28 de octubre) Da Rocha -en un debate sobre la «Situación del personal del jurado»- decía que la reforma constitucional de 1994 había «establecido con claridad que la Corte Suprema juzga y este Consejo administra».

Un pensamiento similar al expuesto por Humberto Quiroga Lavié, quien sostiene que esa reforma le retiró a la Corte la administración de los recursos del Poder Judicial y se la otorgó al Consejo de la Magistratura.

«Pretender que el Consejo debe contar con la autorización de la Jefatura de Gabinete para disponer de los fondos de la propia Tesorería ha depositado en sus cuentas es colocar al Poder Judicial en una situación de dependencia del Ejecutivo que quebranta la independencia de la Justicia como poder del Estado y fractura la esencia misma de la República»,
dice Quiroga Lavié.

• Pesificación

Pero Petracchi acuna otros males: la Corte que dirige perdió autoridad. Jueces y camaristas desconocen el fallo del Tribunal a favor de la pesificación. El viernes pasado, en Comodoro Rivadavia, emitieron una declaración en la que reivindicaron sus fallos declarando la inconstitucionalidad de la pesificación. No es común que los jueces «de abajo-» descalifiquen abiertamente a un tribunal supremo.

Siquiera, el presidente de la Corte, logra alinear la tropa amiga. Están más enfrentados que en la «era Nazareno». Los nuevos (Zaffaroni-Nolasco) no quieren saber de otro fallo pesificador o pronunciarse sobre los deudores hipotecarios. Hasta
Boggiano, un pesificador histórico, le sacó su voto. Claro que este juez lo hace sintiéndose traicionado por el gobierno que no detuvo su proceso de juicio político en Diputados. Quienes saben de política, explican que la suma de frustraciones y la parálisis del Tribunal son producto de una «Corte politizada». De una Corte que fue armada por decisión política. El costo lo está pagando Petracchi.

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