Se llama Omar Adra. Se presenta como «consultor internacional» que habría cooperado en la búsqueda de capital para Southern Winds y quien habría acercado al cybermillonario Martín Varsavsky a la línea aérea. El creador del portal educativo educ.ar en épocas de la Alianza invirtió 4 millones de dólares en alquilar dos 747 para que SW volara a Madrid diariamente. El plan inicial era prestarle a la aerolínea 6,3 millones de dólares a 12 años y participar en un contrato de joint venture en las rutas nacionales.
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Adra irá el lunes a declarar al juzgado de Carlos Liporace y su relato puede resultar mortífero para la teoría de «los tres empleados infieles» que desplegaron los Maggio, cuando el 5 de octubre realizaron la autodenuncia sobre el contrabando de drogas a España en el juzgado en lo Penal Económico.
• Imputaciones
El consultor internacional irá acompañado de su abogado Miguel Angel Pierri, y en su declaración espontánea apuntaría a:
• Que el gerente comercial Fernando Arriete no sería un empleado de tercera o segunda línea como dijeron los Maggio. Adra dirá que Arriete sería el mano derecha del presidente de SW Juan Maggio y que en las negociaciones con Varsavsky obró como tal. Explicará que el contacto con el empresario lo habría alcanzado luego de que fracasara la búsqueda de fondos en bancos de inversión.
La empresa facturaba 70 millones de dólares y tenía una deuda de 50 millones. Es decir, no calificaba para los inversores internacionales. «Varsavsky aceptó por su pasión por los aviones y porque entendía del negocio». Como SW no vendía pasajes por Internet, el empresario pretendía transformarla en una low cost que globalizara la venta de pasajes en Europa.
• Dirá que la actividad de Arriete era buscar plata: Tradicionalmente con un sistema prepago con operadores turísticos de Argentina y de Europa: «Se financiaban a futuro, pero comprometían el futuro».
• Que el acuerdo entre Varsavsky y los Maggio se firmó el 19 de noviembre, dos meses después de la aparición de las valijas con 60 kilos de cocaína en el aeropuerto de Barajas. Ni el empresario, ni el consultor supieron nunca que había una investigación abierta por narcotráfico por una denuncia hecha por los Maggio. Ocultaron ambas situaciones. Adra cree que se silenció lo ocurrido por el importante aporte de dinero y porque la empresa tenía problemas económicos serios. «De enterarse, Varsavsky hubiera dado por tierra con el acuerdo», afirma el consultor. Además, en la empresa se conjugaban tres situaciones atípicas: existía un nivel de «desprolijidad» financiera, sus funcionarios estaban sospechados y había un sistema instalado de valijas que viajaban sin pasajeros.
• Contará que hace tres semanas habría mantenido una reunión con Maggio, en la que el directivo habría mostrado que se alejaba de Arriete y acentuaba la línea de los empleados infieles.
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