Clásico y versátil, el cheesecake se reinventa cada año. En su día mundial, varias propuestas locales ofrecen desde versiones invertidas hasta croissants rellenos. Palermo, Villa Luro, Martínez y otros rincones gastronómicos lo celebran con ediciones especiales que combinan técnicas pasteleras, ingredientes poco convencionales y una premisa común: transformar este ícono dulce en una experiencia nueva.
Día del Cheesecake: cinco lugares para probar versiones únicas del postre más cremoso
El 30 de julio se celebra el Día Mundial del Cheesecake y estos restaurantes lo homenajean con sabores inesperados, presentaciones creativas y fusiones sorprendentes.
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El 30 de julio, el cheesecake se celebra con versiones originales que combinan técnicas pasteleras.
La Boquería
En el bodegón palermitano La Boquería, la cheesecake de la nonna se luce como uno de los postres más entrañables de la casa. Esta versión artesanal se prepara con una base de lima fresca, que aporta notas cítricas y perfumadas, y un relleno suave elaborado con queso crema, huevos y azúcar, batidos hasta lograr una textura cremosa y pareja.
La cocción lenta permite conservar su delicadeza, y justo antes de servir, se corona con una salsa casera de frutos rojos, hecha con frambuesas, moras y arándanos cocidos a fuego bajo. Como toque final, se decora con una rodaja fina de naranja, frutillas frescas y hojitas de menta, que suman frescura, color y aroma.
Dirección: Soler 5101, Palermo.
Puchero
Uno de los grandes hits de Puchero, la moderna cantina de Villa Luro, es su cheesecake de pistacho y maracuyá, una versión original de esta clásica propuesta dulce que combina espectáculo, sabor y nostalgia.
Servido dentro de una esfera de chocolate, el postre se revela cuando se le vierte encima chocolate caliente desde un tradicional pingüino, ícono bien argentino, invitando a descubrir una torta de textura sedosa, coronada con semillas de maracuyá, donde se equilibra la cremosidad del pistacho y la acidez justa del fruto tropical.
Esta creación resume a la perfección el espíritu del lugar: cocina porteña reinventada con técnica y emoción.
Dirección: Av. Rivadavia 10300, Villa Luro.
Siete Mares
Con motivo del Día del Cheesecake, Siete Mares, el sofisticado restaurante de cocina fusión de Martínez, invita a una experiencia culinaria única el 30 de julio.
Para la ocasión, se ha diseñado un menú exclusivo de tres pasos, para compartir, que promete un viaje de sabores submarinos y globales: comienza con un otoshi de bienvenida, seguido de un tiradito de salmón y culmina con una selección de 28 piezas de sushi combinado, todo antes del broche de oro, el innovador cheesecake invertido.
Esta creación especial tiene base de queso crema, crema de leche, jugo de naranja y azúcar impalpable, con un crumble de sablé y un mix de frutos rojos (frambuesa, frutillas, moras y arándanos). La propuesta, con un valor de $77.400 para dos personas, incluye una bebida a elección (copa de vino, gaseosa o agua) y sumerge a los comensales en el distintivo universo sensorial de Siete Mares, caracterizado por su ambientación submarina y audaces fusiones.
Direcciones: Av. Del Libertador 13017, Martínez; Av. Del Libertador 3501, Punta Chica, Victoria; y Av. San Martín 657, Km 0, Bariloche
Sushiclub
Durante la celebración del Día del Cheesecake, el miércoles 30 de julio, SushiClub ofrecerá un 40% de descuento en sus tres variedades del postre, disponibles en todos sus canales de venta.
Se podrá elegir entre el Cheesecake clásico, con masa crocante y confitura de frutos rojos; el de dulce de leche, con base Oreo, salsa inglesa de banana, frutillas y rulos de chocolate blanco, o el exclusivo Suspiro Cake Back, una edición limitada de cheesecake de manjar blanco sobre masa crocante, con merengue de ron y crema de dulce de leche.
Dirección: Alicia Moreau de Justo 286, Puerto Madero. Otras sucursales en CABA, AMBA y el interior del país.
Bilbao
Lejos de la versión tradicional al horno y con base de galletitas compactadas, el cheesecake se reinventa en Bilbao en dos presentaciones originales, que combinan textura, acidez y dulzura con un enfoque fresco y artesanal. Por un lado, el Mini Cheesecake se sirve en vasito y se monta en frío al momento de la preparación.
La crema se elabora con queso crema, leche condensada y jugo de limón, lo que le da una textura suave, aireada y un sabor equilibrado, entre ácido y dulce. La base no es la clásica de galletitas trituradas, sino un crumble horneado de coco, harina, manteca y azúcar, que se distribuye suelto y crocante en el fondo del vaso. Por encima, una cobertura de frutos rojos cocidos en almíbar aporta frescura y contraste, sin saturar.
La otra opción, más disruptiva aún, es el Croissant de Cheese Cake, que fusiona la clásica pieza de panadería con un relleno de cheesecake caliente. El croissant se perfora en el momento, se rellena con la crema del cheesecake (montada previamente en manga) y se calienta justo antes de servir. Se termina con un topping lateral de frutos rojos en almíbar, que derrama dulzura sin invadir la masa, aportando un cierre visual y aromático atractivo.
Ambas versiones se alejan de la clásica torta horneada y ofrecen una experiencia distinta: más liviana, menos empalagosa, pensada para quienes buscan sabores definidos y un buen postre, pero sin exceso. Distintas en formato y textura, pero fieles al espíritu del cheesecake.
Dirección: Thames 1795, Palermo.
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