8 de mayo 2025 - 13:00

Para enamorados del mar y la arena: el hermoso destino a pocas horas de Buenos Aires que se distingue de los otros pueblos costeros

Turismo entre bosques y médanos: una escapada única desde Buenos Aires para quienes buscan mar, calma y naturaleza en estado puro.

Atardecer dorado sobre las dunas de Dunamar, donde el silencio y la brisa marina invitan a olvidarse del mundo.

Atardecer dorado sobre las dunas de Dunamar, donde el silencio y la brisa marina invitan a olvidarse del mundo.

La oferta de turismo en Buenos Aires no se limita a sus rincones urbanos. A pocas horas de la ciudad, existe una joya escondida para quienes buscan aire puro, calma y naturaleza virgen. En tiempos donde el descanso real se volvió un lujo, hay lugares que lo ofrecen sin tener que cruzar la frontera.

Dunamar es un refugio costero poco conocido pero con todo lo necesario para desconectar del ritmo acelerado. Entre dunas, bosques y un arroyo encantador, este rincón de la provincia sorprende por su belleza intacta y su energía tranquila.

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Turismo alternativo en Buenos Aires: descubrí un rincón costero tranquilo y natural, ideal para desconectar del ritmo urbano sin irte lejos.

Turismo alternativo en Buenos Aires: descubrí un rincón costero tranquilo y natural, ideal para desconectar del ritmo urbano sin irte lejos.

Dónde se ubica Dunamar

Este paraje costero está en el partido de Tres Arroyos, al sur de la provincia de Buenos Aires. Forma parte del sistema de balnearios sobre el Atlántico, justo frente al arroyo Claromecó, que funciona como una frontera natural con el pueblo vecino del mismo nombre.

Rodeado de más de 700 hectáreas de bosque plantado, el barrio-parque se reparte en sectores como Bosques, Altos y Atlantic Ville, todos integrados al entorno sin alterar su esencia natural. Un paisaje dominado por médanos y pinos, donde el cemento cede ante la arena y el verde.

Actividades para hacer en Dunamar

Dunamar no tiene grandes centros comerciales ni boliches, y eso es parte de su encanto. La oferta gira en torno a la naturaleza: las dunas extensas permiten practicar sandboard, una actividad divertida para chicos y grandes. También es común recorrerlas caminando o en bici.

El arroyo Claromecó ofrece opciones como paseos en kayak, pesca deportiva y baños refrescantes en sus aguas limpias. En días calurosos, muchos eligen las cascadas naturales como alternativa tranquila al mar.

También se puede hacer trekking por senderos arbolados, sumarse a celebraciones locales como la Semana Santa frente al mar, y conocer pueblos cercanos con identidad rural como San Mayol o Copetonas, ideales para una escapada extra.

Cómo ir hasta Dunamar

Desde Buenos Aires, el viaje se inicia por la Ruta Nacional 3 hasta la ciudad de Azul. Luego se empalma con la Ruta Provincial 85 hasta llegar a Tres Arroyos, y desde allí, se toma la Ruta 73 en dirección a Claromecó.

Una vez en el pueblo, se cruza el arroyo a través de un puente vehicular o por una pasarela peatonal. Ambas vías conducen directamente a Dunamar, donde no hace falta más que bajar la ventanilla y dejar que el olor a mar haga lo suyo.

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