28 de octubre 2022 - 00:00

Massa, Lacunza y mejores señales que llegan del otro lado del "muro"

Oficialismo y oposición parecen haber habilitado una mesa de diálogo incipiente donde más se la necesita: en el mercado financiero.

Sergio Massa

Sergio Massa

Llegan noticias. Y son buenas. Oficialismo y oposición parecen haber habilitado una mesa de diálogo incipiente donde más se la necesita: en el mercado financiero. Sabido es que ayer se jugaba una verdadera prueba de fuego para el ministro Sergio Massa. No tanto por el monto de los vencimientos en pesos sino por la tensa expectativa que se había formado en las orillas del mercado de deuda en moneda local.

De fondo, la pregunta de los inversores es siempre la misma: el stock de reservas netas, la curva de vencimientos, la probabilidad de un canje y el recorrido tasa-dólar. Aunque está claro que, en clave temporal, todo se condensa en esa especie de enorme “muro” que separará a un gobierno del otro. ¿Qué impacto podrá tener la aproximación a la fecha de las elecciones?

La previa a la jornada de ayer había registrado algunos desarmes de posiciones y hasta un Banco Central que repitió su performance de junio y regresó a la plaza para comprar títulos y así mantener los precios, un trabajo coordinado.

La letra chica es conocida: hace rato que, para romper la desconfianza guzmaniana sobre la deuda en pesos, en el equipo económico se plantearon diversas estrategias. Una es, simplemente, tratar de estirar los plazos de los vencimientos sin sucumbir a una violenta suba de la tasa, un ejercicio que se enfoca en lo que inversores denominan “efecto pared o muro”, esto es las potenciales dificultades que deben evitarse para no quedarse sin fondeo para un título que prometa su repago después de las elecciones. Si esos pesos no encuentran un título acorde, entonces el temor es siempre que termine yendo al dólar.

Hay dos datos que deben ser resaltados. Por un lado, Sergio Massa logró colocar ayer $148.009 millones y cubrió vencimientos por $134.604 millones en la que fue la segunda licitación de deuda en pesos de octubre. Para ello, debió convalidar una tasa efectiva anual del 116,6%, en línea con la cotización en el mercado secundario. Por otro, un alfil económico de la oposición, el exministro de Economía, Hernán Lacunza, decidió quitar de su vocabulario la palabra “reperfilamiento” y buscó moderar su discurso al hablar de la situación del mercado de la deuda en pesos. Tal como informa Ámbito en su edición de hoy, el economista aseguró que “la última opción es un evento disruptivo”, bajo la hipótesis de que el mercado de deuda en pesos se transforme en un terreno complejo. “La nube negra que se posó sobre la deuda en pesos en junio no se disipó, se aplazó para el tercer trimestre de 2023, que es el momento electoral”, dijo Lacunza en una charla organizada por una administradora de fondos, ante unos 1.500 ejecutivos de finanzas de empresas e inversores.

No es poco. Sobre todo, si se tiene presente que, durante el arranque de 2022, los economistas de Juntos por el Cambio habían dejado trascender que no consensuaban con la idea de acumular compromisos (que por entonces enhebraba Martín Guzmán), lo que generó “olas” vinculadas al “reperfilamiento” que el propio Lacunza había realizado en 2019.

Se entiende que, en la medida que los referentes de la oposición comiencen a desarmar los “fantasmas” en torno a un reperfilamiento una vez superado “el muro”, es probable que la Secretaría de Finanzas comience a ganar potencia para realizar sus roll-over de vencimientos, que de a poco vayan entrando en 2024. A simple vista, una baja de la volatilidad generada por las discusiones políticas conviene a ambos.

Dejá tu comentario