Al menos 60 muertos en un atentado contra un lujoso hotel en Pakistán
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Saqib Sultan, un oficial de policía de Islamabad en el lugar de los hechos, confirmó que el "asaltante llegó a bordo de un gran vehículo y lo precipitó contra la barrera de seguridad".
"Muchas personas están atrapadas adentro del hotel", dijo un oficial de policía en el lugar.
El hotel se encontraba bajo medidas de alta seguridad y los vehículos eran minuciosamente revisados frente a imponentes barreras metálicas antes de poder ingresar.
Las ambulancias acudieron de inmediato al lugar de la explosión, que se escuchó de muy lejos e hizo estallar las vidrieras de los edificios en un perímetro de un kilómetro.
El ataque ocurrió horas después de que el nuevo presidente Asif Ali Zardari, quien se enfrenta al reto de gobernar en medio de la ola de violencia islamista que afecta al país, se dirigiera por primera vez al parlamento pidiendo firmeza al gobierno en la lucha contra el terrorismo.
Pakistán, el único país islámico con poder atómico, afronta desde hace un año una ola de atentados.
Se cree que las zonas tribales cerca de la frontera con Afganistán son nuevos bastiones de Al Qaida y de las milicias talibanes.
Los militantes han ampliado su radio de acción hacia el noroeste de Pakistán e incrementado las amenazas contra la muy vigilada capital.
Zardari debía entrevistarse la semana entrante con el presidente estadounidense George W. Bush, en el marco del debate anual de líderes mundiales en la sede de Naciones Unidas en Nueva York, pero no sabe por ahora si viajará.
Estados Unidos "condenó enérgicamente" este mismo sábado el atentado, indicó en Washington la Casa Blanca.
La administración estadounidense ha acusado a los talibanes y a los militantes de Al Qaida de utilizar las áreas fronterizas como bases desde donde se dirige la sangrienta insurgencia en el vecino Afganistán.
Pakistán y Estados Unidos viven momentos de tensión a causa de los ataques realizados por las fuerzas estadounidenses en las áreas tribales paquistaníes.
En privado, funcionarios estadounidenses dicen que los líderes paquistaníes no hacen lo suficiente para sacar a los militantes islamistas y ayudar a detener la insurgencia, que se ha convertido en el más importante problema militar de la administración.
Pero las importantes bajas entre la población civil y los indicios de que las fuerzas estadounidenses protagonizaron una importante operación en Pakistán el 3 de septiembre pasado, incrementaron la animadversión a Estados Unidos en el país.
Pakistán protestó por los ataques y el comandante en jefe del ejército paquistaní, general Ashfaq Kayani, abogó por proteger la "integridad territorial".
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