14 de agosto 2006 - 00:00

San Pablo: liberan a periodista de TV secuestrado

Guilherme de Azevedo Portanova
Guilherme de Azevedo Portanova
El periodista de la Rede Globo de televisión Guilherme de Azevedo Portanova, secuestrado en la mañana del sábado en Sao Paulo, fue liberado esta madrugada, informó la emisora brasileña en un comunicado.

Portanova, de 30 años, fue secuestrado por desconocidos cerca de las instalaciones de Globo junto con el auxiliar técnico Alexandre Coelho, quien fue liberado en la madrugada del domingo con un vídeo.

Los secuestradores exigieron entonces a Globo la difusión de ese vídeo para mantener con vida al periodista.

La Rede Globo cedió a las amenazas y retransmitió horas después el mensaje, de tres minutos y 36 segundos de duración, en el que un hombre encapuchado detalla las condiciones en que viven los presos y exige una revisión de las penas y mejoras en el sistema penitenciario brasileño.

Según fuentes policiales, Terranova fue abandonado sano y salvo hacia las 00.30 hora local (03.30 GMT) del lunes en un paraje del barrio Morumbí, en el oeste de Sao Paulo, y desde allí se dirigió a la emisora, en la zona sur.

Las autoridades no tienen pistas sobre la identidad o el paradero de los secuestradores, que por los primeros indicios podrían ser miembros de un grupo mafioso denominado Primer Comando de la Capital (PCC), que controla el crimen organizado desde las cárceles del estado de Sao Paulo.

El PCC ha desatado tres ofensivas escalonadas desde mayo pasado con sangrientos ataques a objetivos policiales, autobuses y bancos de varios municipios del estado y de la ciudad de Sao Paulo.

La última ofensiva se vivió entre las madrugadas del lunes y el miércoles de la semana pasada, con un centenar de ataques que buscaban disuadir al gobierno de transferir a 40 presos del PCC a la prisión de Candatuvas, casi 1.000 kilómetros al sur de Sao Paulo.

Seis supuestos militantes del PCC fueron abatidos por la policía.

La primera ola de atentados, que a mediados de mayo dejó 133 muertos, en su mayoría policías, guardianes carcelarios y delincuentes, fue una represalia del PCC contra el traslado de sus cabecillas a cárceles de máxima seguridad.

En julio la organización criminal volvió a atacar en varios municipios de Sao Paulo, con un saldo de ocho muertos.

Hace algunas semanas, la policía descubrió un plan del PCC para secuestrar a políticos en Sao Paulo y el doble secuestro ocurrido el sábado deja en evidencia que la prensa ahora es un objetivo de los criminales, según especialistas en política y lucha criminal.

"Esto asusta. Es un intento de intimidar a la prensa y de impedir la divulgación de actos criminales en un año electoral, en el que se juegan muchos intereses", dijo el domingo la analista Lúcia Hipólito en entrevista con la radio Central Brasileña de Noticias (CBN).

El coronel de la Policía José Vicente da Silva criticó a Globo por "haber cedido a la presión de los bandidos", aseguró que "cuando hay secuestro existe riesgo, pero hay espacio para la negociación", y calificó el hecho como un nuevo paso "en el conjunto de acciones terroristas del PCC".

El director de periodismo de TV Globo Sao Paulo, Luiz Cláudio Latge, explicó que la decisión de atender la reivindicación de los criminales fue de la emisora, sin participación del gobierno del estado de Sao Paulo o de la policía.

En nota entregada a la prensa, Globo explicó que fue orientada a difundir el mensaje por órganos internacionales.

"No había alternativa", dice la nota al resumir el resultado de las consultas y explicar que el breve plazo que dieron los secuestradores hacía imposible la consulta con las autoridades locales y ponía en peligro la vida de Portanova.

La policía informó el domingo de que la semana pasada la emisora Sistema Brasileño de Televisión (SBT) envió una copia del mismo vídeo al Ministerio Público Estatal después de haberla recibido por correo y negarse a divulgarlo, como pedía una nota anónima.

Coelho, el auxiliar técnico que fue liberado la madruga del domingo, dijo que él y Portanova permanecieron la mayor parte del tiempo dentro de uno de los dos automóviles usados en el secuestro, con los ojos vendados.


Ambos vehículos estaban ocultos en un estacionamiento, que no supo identificar.

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