Túnez suspendió las actividades del ex partido gobernante, diciendo que actuó para evitar un colapso de la seguridad tras algunos de los peores disturbios desde que el presidente fue derrocado en una revuelta el mes pasado.
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Funcionarios de seguridad de la coalición de Gobierno establecida luego de que el presidente Zine al-Abidine Ben Ali se refugió en Arabia Saudita han dicho que hay una conspiración por parte de empleados cercanos a la antigua administración para propagar el caos y retomar el poder.
El último en varios días de enfrentamientos ha despertado dudas de si Túnez está regresando a la estabilidad tras la partida de Ben Ali. Un hombre resultó muerto durante una protesta y hubo enfrentamientos con fuerzas de seguridad en otras dos ciudades.
"El ministro del Interior decidió suspender todas las actividades y todas las reuniones del RCD (ex partido gobernante) y cerrar todas sus oficinas a la espera de una decisión judicial sobre su disolución", dijo una fuente del Ministerio del Interior.
"(Esto está siendo hecho) porque existe una necesidad extrema y en orden a prevenir un colapso de seguridad general y para proteger el interés general del país", dijo la fuente, quien declinó ser nombrada.
Funcionarios de seguridad había sugerido previamente que funcionarios del partido -que fue la base de poder de Ben Ali aunque ahora es rechazado por aquellos en el Gobierno- estaban involucrados en intentos para desestabilizar el país.
El levantamiento de los tunecinos contra el autoritarismo del Gobierno de Ben Ali inspiró movimientos de protesta en otros lados del mundo árabe, incluyendo Egipto, y su proceso vacilante hacia un sistema más democrático está siendo seguido de cerca en la región.
La estabilidad ha regresado gradualmente al país de 10 millones de habitantes tras las semanas de disturbios antes de que Ben Ali abandonó la nación.
Sin embargo, ha habido una nueva ola de violencia y protestas en los últimos días.
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