Ferrero dio otro paso en su ambicioso plan de expansión internacional al acordar la compra de WK Kellogg, el histórico fabricante estadounidense de cereales, en una operación valuada en u$s3.100 millones, incluyendo deuda. Con esta adquisición, el creador de Nutella y Ferrero Rocher no solo amplía su negocio más allá de la confitería, sino que incorpora marcas icónicas del desayuno como Zucaritas (Frosted Flakes), Froot Loops, Special K y Rice Krispies.
Ferrero compra Kellogg por u$s3.100 millones y suma Zucaritas a su portfolio
La operación consolida la estrategia del grupo italiano para crecer en Norteamérica. La compra incluye las plantas, redes comerciales y marcas emblemáticas como Rice Krispies, Special K y Froot Loops.
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Ferrero pagará u$s3.100 millones por la operación.
Un acuerdo que sacude el mercado alimenticio
El contrato definitivo fue firmado este jueves e implica el pago de u$s23 por acción de WK Kellogg, lo que representa una prima del 31% respecto al precio de cierre del miércoles en Wall Street. La noticia hizo que las acciones de WK Kellogg se dispararan hasta un 50% en las negociaciones electrónicas posteriores al cierre del mercado.
Ferrero financiará la compra completamente en efectivo, y ya cuenta con el respaldo de accionistas que poseen el 21,7% del capital de WK Kellogg, quienes se comprometieron a votar a favor del acuerdo. Se espera que la operación quede cerrada en el segundo semestre de 2025, tras el visto bueno de los reguladores y los restantes accionistas. Luego de completarse, WK Kellogg dejará de cotizar en la Bolsa de Nueva York.
Así, el grupo italiano sumará a su red global las plantas de fabricación, marketing y distribución que WK Kellogg posee en Estados Unidos, Canadá y el Caribe, y mantendrá la sede norteamericana del negocio de cereales en Battle Creek, Michigan.
Ferrero se afianza en Norteamérica
Con esta jugada, Ferrero consolida su posición como un jugador de peso en el mercado alimenticio de Norteamérica, donde ya es la tercera compañía en volumen dentro del segmento de dulces, superando a Nestlé en esa plaza. En 2018, el grupo había desembolsado u$s2.800 millones para adquirir el negocio de golosinas de Nestlé en Estados Unidos, y más tarde sumó otras marcas como Keebler, Butterfinger y Ferrara Candy. Hoy maneja un portfolio de 35 marcas con presencia en 170 países.
El presidente ejecutivo de Ferrero Group, Giovanni Ferrero, destacó que la unión con WK Kellogg representa “más que solo una adquisición” y subrayó que ambas compañías tienen “un legado orgulloso y generaciones de consumidores leales”.
Los números detrás de la operación
WK Kellogg, que se escindió del conglomerado Kellogg en 2023 para operar como una firma independiente centrada en cereales, reportó en el primer trimestre de 2025 ventas netas por u$s663 millones, un 6,2% menos que un año antes. Sus ingresos netos cayeron 45,5%, a u$s18 millones, y el EBITDA ajustado bajó 4%, a u$s72 millones, reflejando la caída de volúmenes en un mercado maduro como el de Estados Unidos.
De hecho, la propia compañía revisó a la baja sus proyecciones para 2025: espera un crecimiento orgánico de ventas de entre -2% y -3%, y un EBITDA ajustado que podría quedar estable o descender hasta 2%, cuando antes preveía un alza de entre 4% y 6%.
Para analistas de Bloomberg Intelligence, la compra supone “un tranquilo final para el plan de transformación de WK Kellogg, que no logró impulsar las ventas en el maduro mercado norteamericano de cereales”, aunque advirtieron que para Ferrero ofrece escala y flujo de caja, aunque con un potencial de crecimiento acotado en el corto plazo.
Por su parte, Ferrero cerró 2024 con ventas globales por alrededor de u$s30.000 millones, lo que confirma su robustez financiera para sostener este tipo de adquisiciones.
Un sector que se reconfigura
El desembarco de Ferrero sobre WK Kellogg se da en un contexto de reordenamiento del negocio alimenticio. Tras dividirse en dos el año pasado, las marcas de snacks como Pringles y Cheez-It quedaron bajo Kellanova, que en paralelo está en proceso de venta a Mars, dueña de M&M’s, por u$s36.000 millones, en un acuerdo todavía pendiente de cierre.
Gary Pilnick, CEO de WK Kellogg, sostuvo que la operación con Ferrero “maximiza el valor para los accionistas y permite escribir el próximo capítulo del legado histórico” de la compañía, con más de 120 años en el mercado. Según remarcó, integrarse al grupo italiano les dará “mayores recursos y flexibilidad para hacer crecer nuestras marcas icónicas en un mercado competitivo y dinámico”.
Así, con esta adquisición, Ferrero no solo suma etiquetas emblemáticas del desayuno a su portafolio, sino que reafirma su apuesta por consolidar una plataforma robusta en Norteamérica, apuntalando la diversificación y crecimiento del grupo familiar fundado hace 75 años, que ya revolucionó el mundo del chocolate con la Nutella y hoy va por un pedazo del plato fuerte de los cereales.
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