16 de mayo 2025 - 11:39

Las oficinas del futuro: recuperar la belleza de lo cotidiano

La piedra angular de los debates siempre debe ser la persona y su mejor destino posible. Hay cosas de The Office que quedaron en el pasado.

La presencialidad como la entendíamos años atrás tiende a desaparecer.

La presencialidad como la entendíamos años atrás tiende a desaparecer.

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“Hay mucha belleza en las cosas cotidianas ¿No es esa la idea?”. Esa frase dicha por Pam Halpert - interpretada por Jenna Fischer - fue el cierre de la serie “The Office”, una de las comedias más exitosas de la historia, que quedó como un ícono de la cultura. Más de 10 años después el concepto oficina ocupa un lugar central en la agenda de empresas y gobiernos del mundo.

Hace algunas semanas, Gavin Newsom - gobernador de California - firmó una medida que pone fin al trabajo remoto en el Estado: los empleados públicos deberán presentarse en las oficinas al menos cuatro días por semana, reza el decreto. El mandatario justificó la medida por razones económicas, sociales y operativas. Geográficamente más cerca, Gastón Parisier - fundador de Bigbox - anunciaba: “Se celebra fuerte el fin del home office”. Lo argumentó luego con que la compañía se dedica a las experiencias compartidas y que la hospitalidad es, fundamentalmente, presencial. La expresión de Parisier dio tela para cortar en Redes Sociales, mientras empresas de la envergadura de JP Morgan, Apple y Microsoft, entre otras, establecieron las mismas políticas.

Volvamos al inicio: The Office tuvo 201 episodios distribuidos en nueve temporadas que se transmitieron entre el 2005 y 2013. Una sátira que, a partir del humor agudo, abordó temas críticos como el de la diversidad, el racismo, el liderazgo y el machismo con un humor valiente y de mucha transparencia. Hay otro concepto indeleble en los fanáticos que hoy podrían tomar los promotores de la presencialidad: ir a la oficina también es divertido y, también, humano. Pues, a la final, el gran logro de Michael Scott fue que la sucursal de Scranton de la empresa Dunder Mifflin sea un ecosistema agradable y de sostén para los empleados. Con altibajos y torpezas impulsó el reconocimiento y la fidelidad hacia las personas que allí trabajaban y algo mucho más importante: los vínculos genuinos y reales. Tal vez este - la importancia de los vínculos - haya sido el valor que hizo que The Office sea una serie que interpeló e interpela aún hoy a distintas generaciones.

Esta perspectiva tiene sustento científico: los estudios más serios sobre vida próspera y feliz, marcan que la calidad de vida pasa por la cantidad de vínculos humanos significativos. Así lo demostró la investigación “The science of happiness”, de la universidad de Yale, dictado por la psicóloga Laurie Santos, que tras años de investigación científica “buscando la felicidad” concluye que ni el trabajo, ni el dinero, ni la carrera profesional ni la tecnología, ni el matrimonio perfecto pueden dar felicidad. Según la investigación, que devino en el curso con más audiencia en la historia de la exitosa plataforma educativa llamada Coursera, seremos felices en la medida que logremos cultivar vínculos sociales más fuertes y en la que valoremos más el tiempo que el dinero.

A la hora de debatir sobre la vuelta o no de la presencialidad en las empresas, la base del intercambio debería ser el impacto positivo que tienen las interacciones sociales en las personas, su felicidad (o percepción de felicidad) y salud mental. Dainius Pras es un psiquiatra lituano que trabajó en la ONU y dedicó más de 30 años a transformar las políticas públicas de la salud. En una de sus exposiciones en Ginebra recalcó que las conexiones entre individuos son fundamentales para la salud mental. En esta línea, el Foro Económico Mundial reveló que la clave de la felicidad de las personas está en construir relaciones sólidas.

La citada Laurie Santos hizo hincapié en los vínculos sociales, y también en el tiempo. En este elemento radica otro aspecto a tener en cuenta para alcanzar el objetivo que debería primar en los debates en torno al empleo, que es el bienestar de las personas.

La presencialidad como la entendíamos años atrás - incluso recordando The Office - tiende a desaparecer. El desafío para recuperar el valor de los vínculos humanos es entender el nuevo paradigma que es la proximidad. La cercanía evita aquello que más molesta y son los viajes tediosos, costosos y mentalmente agotadores. El informe “Trends in commuting time of European workers”, realizado por la Universidad de Zaragoza, concluyó que quienes viajan más tiempo tienen más estrés, peor salud y sufren la baja de productividad.

El paso evolutivo debe comenzar en donde vivimos: la idea de desarrollar distritos donde todo se desarrolla a 15 minutos de distancia para que las oficinas y los colaboradores se encuentren bien cerca - e impacta directamente en el modelo de las organizaciones. Esta perspectiva deshace para siempre el dilema entre el trabajo presencial o remoto por su naturaleza multifacial: todo es oficina y todo es el barrio, la casa, el departamento, el café y el parque. Cuando todo está cerca, tengo que dejar de elegir.

Empresas líderes apuestan a este modelo: en Seattle, Amazon desarrolló viviendas asequibles y un entorno urbano cerca de su sede en South Lake Union. Y hay más: oficinas enteras que ilustran el valor de la proximidad. Es el caso de Worknomads, una empresa multinacional con sede en Sofía, Bulgaria, que se dedica a ofrecer soluciones integrales para nómadas digitales y profesionales remotos. Además de proporcionar oportunidades laborales, gestiona el WN LAB Hotel, el mayor espacio híbrido de coliving y coworking en Bulgaria. Los empleados trabajan y se relajan en entornos diversos, pero cercanos.

La piedra angular de los debates siempre debe ser la persona y su mejor destino posible. Hay cosas de The Office que quedaron en el pasado: la oficina antigua con luz de laboratorio y los horarios dilatados. Pero hay otras que trascienden el tiempo: los vínculos duraderos. Lo dijo Pam Halpert, hay mucha belleza en lo cotidiano, y tal vez esa sea la clave del trabajo del futuro.

Director de Comunicación de +Colonia

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