3 de junio 2019 - 00:01

Nuevo round de Pacho O'Donnell en el teatro off

Un tema que recuerda en parte a "Cuarteles de invierno" y "Rocky", sobre un boxeador que en sus últimos años se entrena para una revancha.

Gerardo Otero. Dirigirá Quinto round, de Pacho ODonnell.
Gerardo Otero. Dirigirá "Quinto round", de Pacho O'Donnell.

El domingo próximo se estrenará en Timbre 4 (México 3554) “Quinto round”, con dramaturgia de Pacho O’Donnell y las actuaciones de Osvaldo Santoro, Ramiro Martínez, Juan Carlos Ricci y Lía Bagnoli, con dirección de Gerardo Otero. La obra se ocupa de un boxeador de opaca trayectoria que se entrena para la revancha de una derrota sufrida años antes. A su lado, un entrenador colabora con su entusiasmo, y subsisten gracias a la ayuda de una mujer de buena posición social. Dialogamos con Otero.

Periodista: ¿Cómo se dio este encuentro con Pacho O’Donnell?

Gerardo Otero: Pacho me propuso dirigir la obra a través de Claudio Tolcachir; tenía algunas referencias mías pero no nos conocíamos. Se acercó, tomó su riesgo y me entregó su obra. Vi en él una persona generosa, en todo sentido, con su obra y lo difícil que debe ser que otro dirija tu material, y desde el primer momento me dijo ´la obra es de ustedes, confío en ustedes´ y no fue sólo un decir sino que lo demuestra, viene a todos los ensayos, disfruta y sus opiniones y aportes resultan de valor.

P.: ¿Conversó con el autor sobre esta nueva pasión por el boxeo y la gimnasia a los 77 años?

  • O.: Me contó que, a partir de su problema de salud, empezó a entrenar, y que descubrió algo en el ejercicio y en el cuerpo que le resultaba atractivo para mostrar en escena. Creo que primero le aparecieron las imágenes y después llegó la historia donde se ponen en juego cuestiones vinculadas con la conciencia y la dignidad. Él ya venía con bagaje de conocimiento del mundo boxeo pero además le atrajo algo de lo que provoca el placer del ejercicio y el esfuerzo.

P.: ¿De qué trata la historia?

  • O.: Es sobre un boxeador que frente a una derrota está entrenándose para la revancha, y en esa pelea se pone en juego también algo de lo vincular. El entrenador que encarna Santoro, y que acompaña a esta especie de pupilo hijo, están los dos tratando de salvarse como pueden; los cuatro personajes intentan ver cómo pueden sostenerse en la vida. Además es muy atractivo cómo lo cuenta Pacho, el del boxeo era mundo totalmente desconocido para mí. También aporta en cuanto a la puesta y lo visual, porque Ramiro Martínez, que encarna a Renato, ya hacía boxeo y se lo ve entrenar durante la obra. La dinámica que se arma junto con Santoro se alimenta desde la intriga, cuando aparece un representante que de alguna manera pone en duda los ideales y la dignidad de cada uno, los sueños, los deseos. Me parece interesante pensar hoy en día aquello de poderse sostener desde la dignidad y la lealtad.

P.: ¿Qué otros conflictos se plantean?

  • O.: La duda, si ir por un camino que no era en el que creían, en cada decisión se pierde y se gana, cuando lo que se pierde es mucho es más difícil tomar esa decisión. Sobrevuela la idea de salvarse, de qué manera, cómo, qué implica, cuándo puede implicar defraudarse a sí mismos.

P.: ¿Cómo fue el trabajo con un actor de la talla de Osvaldo Santoro?

  • O.: Me sorprendió que pese a ser consagrado se entregue a jugar. No nos conocíamos y me gusta que confíe, que se deje dirigir, que tome, tiene energía muy estimulante a la hora de trabajar, cada cosa que propone es un acierto, pero además cada cosa que le proponen los otros la toma, la prueba, es un gran encuentro.

P.: ¿En qué otros proyectos trabaja?

  • O.: Volvemos con “La calma mágica”, con dirección de Ciro Zorzoli, y con “Tebas Land” dirigida por Corina Fiorillo, ambas en Timbre 4.

P.: ¿Cómo repercute la crisis del teatro independiente denunciada por ARTEI en Timbre 4?

  • O.: Hay baja de espectadores en todos los espectáculos y salas, la situación económica está matando al teatro, que resiste con mucho esfuerzo. Timbre 4 se hace eco de muchas otras salas que tienen un circuito más acotado. Hay que repensar permanentemente estrategias para que los espectadores se puedan acercar.

P.: ¿Y cómo ve la oferta del teatro comercial?

  • O.: Pasa lo mismo, veo las obras que hay y son pocas las que realmente funcionan; antes había una franja intermedia, ahora si no son los tanques que lideran les cuesta sostenerse en cartel. Cuando uno ve una obra, sea del off o del comercial, guste o no, espera que le vaya bien, y de eso habla un poco “Quinto round”, de poder seguir, de poner esfuerzo, de continuar, aunque también es cansador sobre todo cuando en ese poner no se ve nada a cambio que vuelva desde el Estado.

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