19 de marzo 2013 - 21:15

Silencio, aplausos y emoción en Plaza de Mayo

Un silencio conmovedor y de sumo respeto se vivió esta mañana en la Plaza de Mayo durante la ceremonia de asunción de Francisco. El sueño, el frío e incluso la llovizna no impidieron que miles de fieles -4000 según el Episcopado- siguieran la ceremonia como si estuviesen en la Plaza San Pedro en El Vaticano.

La vigilia de jóvenes había iniciado el lunes a las 22.30 con una misa en la Catedral y siguió con música y oración en un escenario montado frente al templo. Pero cerca las 5 de la mañana comenzaron a llegar más personas para seguir la ceremonia que empezó media hora más tarde. Cuando comenzó la transmisión oficial la plaza quedó en silencio, sólo se escuchaba al locutor oficial del Episcopado quien explicaba los ritos que estaba viviendo Jorge Bergoglio a kilómetros de distancia.

El silencio solo se interrumpía con los aplausos espontáneos que soltaban los fieles al ver a Francisco en el jeep que lo trasladó a la Basílica y luego cuando bajó a la tumba de San Pedro o cuando salió a la plaza para celebrar la misa de inicio de pontificado. Además se agitaban banderas del Vaticano y la Argentina.

Antes de comenzar la trasmisión oficial - cuando aún era de noche-, el relator de la plaza dijo "despedimos a nuestro arzobispo Bergoglio y damos la bienvenida a Francisco" y se soltó al cielo un arreglo de globos en forma de corazón con los colores de las banderas de Argentina y la Papal. Algunos lloraron, otros aplaudieron, hubo abrazos y emoción. "Se vive un momento de gran hermandad", dijo uno de los presentes.

Luego se agradeció el acompañamiento de los jóvenes que estuvieron en la vigilia y que fueron protagonistas fundamentales de esta ceremonia. Acto seguido los que estaban durmiendo con bolsas de dormir en los canteros de la plaza o incluso sobre el asfalto mismo comenzaron a acomodarse para seguir la ceremonia en las cuatro pantallas estratégicamente distribuidas en el lugar.

"Estamos muy contentas, es algo que nos llena de emoción y alegría. A Bergoglio no lo conozco desde que salió en la tele, sino que desde antes, me gustaba como hablaba, veía su sencillez", dijo Belén de 18 años.

"Venia a la iglesia donde yo voy, además llama mucho la atención la cantidad de jóvenes que hay. Muchas veces se dice que los jóvenes de hoy están perdidos, pero no acá no se ve eso", agregó Agustina también de 18 y que pasó la noche en la catedral.

Por su parte, Darío de 40 años con los ojos llorosos aseguró que "se siente la paz entre la gente. Todos te ceden el paso, estamos en armonía. Yo personalmente me siento bien y contento por eso vinimos con la familia". Además de jóvenes se veían muchas familias siguiendo la celebración, también asistieron niños con compañeros del colegio o con sus parroquias.

Durante la noche, las personas fueron asistidas por grupos de servicio como los Boy Scouts, Bomberos, Cruz Roja y la Policía Metropolitana quienes aseveraron que no hubo ningún inconveniente durante el operativo, es que realmente se vivió un momento de concordia desde la noche hasta la desconcentración.

Para amenizar la espera, grupos musicales como el Padre César, La Tranquera, Kyrios Emmanuel, Efata, Carlos Seoanne, Filocalia y Banuev se presentaron en el escenario central. El cantante Axel realizó el primer show antes de medianoche.

Dentro del tempo se siguió la vigilia con oraciones y muchos sacerdotes confesaban a feligreses. Por cada altar había al menos tres curas, una escena similar se podía observar en el medio de la plaza. También se realizó una acción solidaria con a Red Solidaria juntando alimentos no perecederos. En diálogo con ámbito.com Juan Carr afirmó que se reunieron alimentos para que durante 4 meses ocho comedores donde participó Francisco pudieran funcionar.

Las dos horas de misa se siguieron con atención. Los presentes escucharon los pasajes de la Biblia y la homilía que recitó Francisco en italiano donde aseveró que "el verdadero poder es el poder de servicio" y pidió "a todos los que tienen responsabilidad política y económica que seamos custodios de la creación de Dios".

Cuando fue el momento de la consagración, muchos se arrodillaron donde estaban, otros se quedaron parados siguiendo el ritual de la misa. Para ese momento dejó de caer la garúa aunque seguía un fuerte y frío el viento del este que no amedrentó a los feligreses que se acercaban más para darse calor.

Luego de recibir la bendición desde el Vaticano por parte de Francisco, desde el escenario se pidió un "Viva el papa, Francisco" que fue respondido con un fuerte "¡viva!"."Esto es algo que no sé si lo vamos a volver a vivir otra vez. Hay que vivir a full este momento y guardarlo lo que sea posible en nuestra memoria", resumió una mujer que seguía la misa con un rosario en la mano.

Los presentes desearon lo mejor para el pontificado que inicia el papa argentino. "Que Dios y el Espíritu Santo siempre lo guíen", afirmaban. Pocos hablaron sobre el desafíos que tiene la iglesia a partir de ahora, pero confiaban que la humildad que caracteriza al sumo pontífice se verá reflejada en sus próximas acciones en el Vaticano. Por lo pronto, todos tomaron nota del renovado pedido de esta madrugada cuando desde Roma Bergoglio repitió una vez más: "Recen mí".

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