Macri rastrea plan "B" para evitar a De Narváez-Duhalde
-
A Martín Menem se le complica el panorama en Diputados tras la escandalosa sesión
-
El partido Obrero le mandó una carta documento a Adorni: cuál fue la respuesta del vocero

Mauricio Macri apura el armado de un frente bonaerense para las elecciones
de 2009. El jefe de PRO finalizó su tregua con el gobierno nacional.
Un caso: en Patagones, 10 días atrás, al peronismo productivista se sumó Sergio «Chino» Villordo, quien se convirtió de inmediato en el referente del duhaldo-narvaeísmo en Quilmes. Contra eso mandó a armar Macri, a su primo Jorge y a una dupla peronista: Juan José Alvarez y Rubén Ledesma, (hasta el año pasado, asesor de Kirchner en la presidencial).
«Juanjo» y Ledesma fueron escoltas clave del diseño de De Narváez en la provincia en 2007. Ahora tributan, sin filtros ni intermediarios, al jefe de Gobierno porteño. Y lo hacen para sumar tropa para el macrismo puro, sin alianzas con el empresario ni con Duhalde.
No todo, sin embargo, es lineal. En PRO hay otros actores que apuestan a la cercanía con ese dúo. Eugenio Burzaco, por ejemplo, plantea ese acercamiento. Días atrás, en una cena organizada por Jorge Triaca (h), Burzaco se trenzó con Esteban Bullrich por ese motivo.
Hay argumentos cruzados. Sin acuerdo, Macri y De Narváez terminarían disputándose el mismo -o parecido- caudal electoral. Eso lo sabe el porteño pero, a su vez, advierte que podría pagar muy caro, cualquier cercanía expresa con Duhalde.
Macri insiste, de hecho, con que su problema no es con De Narváez. Inclusoentrevé la mano del ex presidentey ex gobernador detrás de los movimientos de Felipe Sola a quien no termina de decodificar. Se explica: Solá se fotografía con un Macri, luego manda señales a los Kirchner y, mientras tanto, desliza un elogio a Duhalde, y el domingo apareció en una foto con Daniel Scioli.
De Narváez, a su vez, confía en que en el tramo final, Macri no tendrá más opciones que reconstruir una alianza con él. Especula con esa encerrona a pesar de que ve a sus ex socios Alvarez y Ledesma susurrando ofertas al oído de dirigentes peronistas bonaerenses.
«Francisco es el mejor socio posible para Mauricio: es un candidato ya instalado, con juego propio y posibilidad de hacer una buena (cara) campaña. ¿Qué más quiere?», dicen cerca de De Narváez. Macri acepta todo eso, menos la amigable entrega del empresario a manos de Duhalde y sus operadores.
Dejá tu comentario