30 de julio 2008 - 00:00

Preocupa un gobierno quieto y encapsulado

Massa, solitario y sin equipo propio, hace sociales; mientras, el esposo Kirchner no aparece y ella habla de drogas y viaja.

Preocupa un gobierno quieto y encapsulado
Buenos Aires, Cristina de Kirchner tantea una reapertura del diálogo con el campo. El atajo lo abrió Daniel Scioli, quien ayer negoció con la Casa Rosada que Carlos Cheppi, secretario de Agricultura, asesore a los funcionarios del gobierno bonaerense que mantienen reuniones con entidades rurales.

El proceso se gestionó, a dúo, con Sergio Massa. El jefe de Gabinete se reunió ayer con Scioli en Casa de Gobierno durante casi dos horas. En el encuentro se acordó que Cheppi, sucesor de Javier de Urquiza, se sentará a la mesa con funcionarios del campo y, eventualmente, participará de la negociación con el sector a nivel provincial.

Fue por un planteo expreso de Scioli: siempre diplomático, el gobernador pidió que funcionarios nacionales intervengan en las negociaciones que desde la provincia se llevan adelante con la dirigencia rural. Massa se comprometió a coordinar la incorporación de Cheppi.

Desde antes de que se clausure la crisis, con la derrota K en el Senado, el gobernador restableció el diálogo con el campo. Dispuso un operativo para contener a CARBAP, entidad que conduce Pedro Apaolaza y que a nivel nacional tributa a CRA, comandada por Mario Llambías.

En los hechos, es un matiz inocultable con la política que encarna la Casa Rosada que se resiste aún a convocar a las entidades en tanto funcionen, todavía, como una Mesa de Enlace. Eso derivó en un endurecimiento-rural. «Trabajamos sobre las coincidencias más que sobre las diferencias», gambeteó, escurridizo, el jefe de Gabinete, Alberto Pérez, cuando se lo interrogó ayer sobre los modos, claramente distintos, con que Scioli y Cristina de Kirchner se vinculan al campo.

  • Stands

    De hecho, a diferencia del gobierno nacional, la provincia mantuvo dos stands en la Feria de Palermo: uno del BAPRO y otro del Ministerio de Asuntos Agrarios. Ayer, además, se especulaba con que Scioli visitará el predio. No está agendado, pero podría ocurrir el viernes.

    Scioli, uno de los gobernadores perforados por el conflicto con el campo, opera para que el enfrentamiento no se agudice. El cambio de De Urquiza por Cheppi sirvió poco y nada: el campo, que festejó primero la llegada del ex titular del INTA, empezó a expresar sus dudas.

    En Buenos Aires, CARBAP es la organización con mayor representatividad. Por eso volcó todo su arsenal sobre esa entidad. Pero generó también vínculos con la Sociedad Rural, Coninagro y Federación Agraria Argentina (FAA), la de menos peso fronteras adentro.

    Ayer, Scioli le señaló a Massaque ese diálogo es « positivo», pero que, en cuestiones puntuales, requiere de la participación del gobierno nacional. Por eso pidió sentar a Cheppi en la mesa, y el jefe de Gabinete dijo que gestionará que el secretario de Agricultura se sume.

    El eufemismo, para que no sea leído como una intromisión de Scioli en la agenda de los Kirchner, fue plantear que Cheppi dialogará con las entidades con sede formal en Buenos Aires «sólo sobre cuestiones provinciales». En la práctica, es imposible.

    El encuentro con Scioli fue, ayer, la primera cita de Massa como jefe de Gabinete con un gobernador. Antes, fracasó la cumbre con Mauricio Macri por decisión del porteño. El cara a cara entre Massa y Scioli se pautó el mismo día de la asunción del jefe de Gabinete.

    El bonaerense se mostró con Alberto Pérez; el ministro de Economía, Rafael Perelmiter, y el secretario de Asuntos Municipales, Alejandro Arlía.

    Massa estrenó equipo: Juan Manuel Abal Medina, que asciende varios casilleros en la Jefatura de Gabinete, donde colaboraba con Alberto Fernández, y Gabriel Mihura Estrada, llegado de la ANSeS.

    Esa charla se extendió duranteuna hora y veinte minutos. Luego, a solas, Massa y Scioli siguieron durante otra media hora.

  • Agenda

    Además del ítem campo, otros dos temas saturaron la agenda:

  • De abajo hacia arriba, suena un clamor de malestar por la paralización de obras en los municipios. Se lo dicen los intendentes al gobernador y éste, ayer, se lo expresó a Massa, quien ya lo sabía porque tiene diálogo fluido con varios alcaldes. En público, la provincia no dirá que existe ese congelamiento, pero es real. Ayer Massa ratificó el compromiso de la Casa Rosada con el plan de infraestructura para la provincia.

  • El otro punto espinoso fue la asistencia financiera de la Nación a la provincia. Además de la refinanciación de la deuda externa, por más de 2.800 millones, a 16 años y a tasa bajísima, Scioli requiere aportes extras para cubrir el déficit 2008. El número, que algunos ubican en 5.000 millones, es un secreto de Estado. Perelmiter dice que no superará los 2.100 millones. Sea como fuere, la provincia necesitará un auxilio. Massa transmitió que habrá acompañamiento del gobierno nacional.
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