Rucci, ariete de Moyano para irritar a Kirchner
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Gerónimo «Momo» Venegas
La familia del sindicalista asesinado le reclamó al magistrado que se reabra la causa para determinar si existió algún tipo de participación estatal en el Operativo Traviatta y, de ser así, pedir que sea considerado como un crimen de lesa humanidad.
En ese marco, Moyano será el vocero oficial del reclamo de que la Justicia retome la investigación de ese crimen que marcó, a principios de los 70, un quiebre entre el ala izquierda y joven del peronismo con el viejo caudillo. Fue el anticipo de disidencias mayores.
Pero Rucci aparece oportunamente en escena en momentos en que la CGT, y concretamente Moyano, quiere hacer sentirle su rigor a la Casa Rosada. Hay un motivo puntual: entre los gremios volvió a reinar la inquietud por retoques a la Ley de Riesgos del Trabajo.
El abogado Héctor Recalde expandió la alerta entre el cacicazgo sindical luego de que se apoderó de ciertos indicios, después del discurso de Cristina de Kirchner en la UIA la semana pasada, sobre modificaciones aceptadas por el gobierno para la reforma de la Ley de ART.
El tema es el de siempre: la CGT reclama que se permita la doble instancia de demanda para que un trabajador pueda, además de cobrar la indemnización de la ART, seguir el camino judicial. Los empresarios, con la UIA como portavoz, se oponen a esa «doble vía».
En los últimos días, en reuniones dispersas, la cúpula sindical evaluó el tema ART. Será, además, motivo de análisis en el próximo encuentro del consejo directivo de la CGT, del primer martes de octubre. Moyano le llevará la queja a la Presidente cuando vuelva de EE.UU.
Tiene un elemento para exponer: el proyecto de ART diseñado por Recalde fue aprobado por el consejo directivo, el comité confederal y el congreso de la CGT. En el lenguaje, y la política cegetista, eso supone un trinchera difícil de atravesar.
En paralelo, en el juego de la nostalgia y la iconografía -este lunes, hubo también un homenaje a Saúl Ubaldini-a la que suelen ser muy adeptos los sindicalistas, Las 62 que comanda Venegas siguen presionando por la falta de respuesta oficial a la construcción del monumento a Juan Domingo Perón.
Este diario ya relató esta historia en detalle: la Legislatura porteña cedió un terreno frente al edificio del Correo Central, cerca de la explanada que se utiliza como helipuerto presidencial. Moyano y Venegas quieren la obra; la Casa Rosada se opone.
Oscar Parrilli le prometió, semanas atrás, al camionero que mandaría a pedir un informe de factibilidad a la Fuerza Aérea. Todavía sin novedad al respecto, el dúo Moyano-Venegas insiste con eso como, ahora, le reclama al gobierno que tome postura sobre el caso Rucci.
Si la historia setentista -que muestra a la actual presidente angustiada y enojada por el crimen de Rucci-mantiene vigencia, los sindicalistas quizá tengan en Cristina de Kirchner a una aliada -casi inesperada-en el corazón mismo de la quinta de Olivos.
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