Voraz, junta Moyano la CGT y amenaza parar
Pescador de río revuelto, Hugo Moyano reúne hoy a la cúpula de la CGT para mostrarle el rostro fiero al gobierno y presionar de nuevo por un bono de fin de año de $ 500 o más, y promover alguna discusión de salarios. La prenda es la amenaza de más paros, como los que prometen para mañana los activistas del puerto, un ala cautiva del moyanismo. No ignora que los efectos de la crisis global castigarán al empleo, por eso es grave que medre como político para reforzar el rol de hombre fuerte ante un gobierno arrinconado.
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Sobre el primer punto, ayer la CGT se topó con un comentario fulminante del ministro de Trabajo, Carlos Tomada, quien dijo que el gobierno no evalúa disponer el pago de un adicional salarial a fin de año. De inmediato, el propio Moyano lo desmintió.
Tomada fue un paso más lejos: reiteró que no se reabrirán las paritarias y consideró que quienes plantean esa posibilidad no actúan con «prudencia» ni «responsabilidad». La perdigonada apuntó directo al corazón de la CGT donde el propio Moyano deslizó esa posibilidad.
Fue, de todos modos, cuidadoso: dijo que «falta mucho» para fin de año y que, en medio de la crisis financiera, «no es el momento de discutir» sobre ese punto. Al camionero le alarma otro dato: las exportaciones a Brasil muestran señales de reducirse y eso rebota en su gremio.
Ayer, de hecho, el camioneroreflejó su preocupación por la devaluación del real. «Eso nos afecta» lamentó. El impacto es casi directo: en Camioneros ya registraron suspensión de fletes hacia Brasil esta semana. Un caso puntual: insumos de la industria textil.
La UOCRA, a su vez, deslizó la existencia de 60 mil suspendidos en todo el país como consecuencia de la demora en la obra pública mientras que SMATA habló de suspensiones en la industria automotriz. En Comercio también hay temor por el riesgo de una retracción del consumo.
Ayer, en Camioneros estuvieron Omar Viviani (taxis), Andrés Rodríguez (UPC), Armando Cavalieri ( Comercio) y Gerardo Martínez (UOCRA), entre otros. Comparten, con matices, el planteo de reclamar un plus, pero algunos prefieren que lo negocio cada gremio.
La explicación es sencilla: los sindicatos con mayor poder de fuego, como Camioneros, creen que puede obtener una cifra mayor en discusiones propias con las cámarasde su sector.
De todos modos, la CGT de manera unificada y algunos gremios en particular, insistirán con sus demandas. Hoy se volverá a plantear en el Consejo Directivo el tema del bono para compensar la licuación de salarios fruto de la inflación.
En paralelo, mañana comenzará un paro en los puertos: los gremios del sector reclaman, como muchos otros, la eliminación de la «tablita Machinea», rechazada por el gobierno con el argumento de su impacto fiscal. Con un 2009 más vulnerable, esa posibilidad está más lejos.
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