6 de enero 2003 - 00:00

Insólito: la costa ya iguala a Rio y Punta

Postales veraniegas: a pesar del dólar caro, muchos precios en Rio y Punta del Este ya acercan a los de las playas argentinas.
Postales veraniegas: a pesar del dólar caro, muchos precios en Rio y Punta del Este ya acercan a los de las playas argentinas.
La voracidad de algunos comerciantes argentinos está logrando lo que hasta hace algunas semanas parecía un imposible: que tanto Punta del Este como Brasil puedan resultar competitivos con la costa atlántica local como destinos turísticos.

Es que, si bien todavía los costos de viajar a algunos de los lugares favoritos de los argentinos para sus vacaciones no son más bajos que los que se cobran en la costa, en muchos rubros Brasil está «como acá» y Punta del Este «empata» con Pinamar y Cariló, sus enemigos históricos.

Así, por la disparada de los precios de productos «básicos» para el veraneante registrada en la costa argentina, sus valores están acercándose peligrosamente a lo que se cobra en las doradas playas brasileñas o en el principal balneario oriental.

Tiene su lógica económica: hay un fuerte aumento de la demanda, con oferta restringida. Mucha gente que el año pasado se quedó en sus casas (por cuestiones económicas, de temor y hasta psicológicas: no había ánimo para vacaciones) este año regresó a las playas. Pero además, naturalmente, los precios en la Argentina tienden a acompañar la evolución del dólar, y los lugares de veraneo no podían ser la excepción. Los precios del verano podrían ser, entonces, una muestra de las tendencias inflacionarias reprimidas que existen en la economía argentina.

Veamos algunas comparaciones: una gaseosa o un helado en los paradores playeros de Punta del Este cuestan 25 uruguayos, lo que equivale (con el dólar a N$U 27) a u$s 0,90. Eso, convertido a pesos argentinos, resulta en poco más de $ 3. Es aproximadamente el costo de beber una bebida sin alcohol en Pinamar o Cariló (en el parador El Dorado, por caso, cuesta exactamente $ 3), aunque todavía sigue muy por encima de lo que cuesta el mismo producto en Mar del Plata o el Partido de la Costa (entre $ 1,50 y $ 2,50). Pero está claro que se trata de públicos diferentes.

En Rio de Janeiro, uno de los puntos más caros de la costa brasileña pero que ha sido visitado por argentinos de casi todos los niveles socioeconómicos, el «refrigerante» (que así llaman los vecinos a las gaseosas) cuesta
un real; dado que el dólar en Brasil está cotizando a R$ 3,45, el precio en pesos ronda los $ 0,95. Otro insumo «básico» para el veraneo, la cerveza, en Rio cotiza a R$ 1,50 (o sea $ 1,35) contra los $ 3,50 a $ 4,50 que se cobran en la costa argentina.

•Restoranes

Una comida en un restorán medio, de plato, postre y bebida, se paga en Rio a R$ 20 (aproximadamente $ 18), un precio no mucho mayor al que se paga en Mar del Plata y definitivamente inferior a lo que se cobra en el centro comercial de Cariló o en restoranes de categoría similar en Pinamar.

En Punta del Este, algunos restoranes cuyas mesitas están ubicadas entre la Parada 1 y el puerto ofrecen menús completos a
N$U 150, o sea a $ 18. Pero siempre está el recurso del chivito al plato en «La Pasiva» o similares, que «cotiza» a N$U 90 (unos $ 11), con el que pueden satisfacerse dos personas. Si se quiere (o se puede) gastar más, el Conrad ofrece un menú completo con salad bar y vista al mar por u$s 12 ($ 50).

La gran diferencia con Uruguay es el combustible: allí la nafta «premium» está casi a
un dólar el litro, lo que representa cerca de 50% más que en la Argentina. En cambio en Brasil el precio de la «súper» está en R$ 2,10, o sea prácticamente igual que en los surtidores locales.

Otra diferencia grande parecería estar en el transporte: es que, a pesar de los incrementos en los pasajes de micros hacia los lugares donde la gente pasa sus vacaciones,
llegar a Uruguay o a Brasil sigue siendo más caro: el precio del aéreo por Aerolíneas Argentinas a cualquier destino de la costa brasileña está en $ 699, con la ventaja que puede ser pagado en cuotas con tarjeta de crédito. Por su parte las aerolíneas que cruzan el Rio de la Plata ofrecen una amplia variedad de precios, según el día y la hora en que se viaje. Una alternativa económica y conveniente es volar a Montevideo y desde allí abordar el micro a Punta del Este (un par de horas), lo que abarata muchísimo el precio.

Desde ya, quien se desplace con su vehículo llegará a Pinamar o Mar del Plata con poco menos de un tanque, costo que se
quintuplica si se decide emprender la travesía hasta la «cidade maravilhosa». En cambio, si el destino elegido es Bariloche, habrá que recordar que la distancia entre este bellísimo «resort» andino y Buenos Aires es prácticamente la misma que existe entre la Capital Federal y Florianópolis. Distancia que, obviamente, se achica cuanto más al norte del país se parte (Rosario, por caso). Una vez allí, el costo de vivir será similar o incluso inferior («Floripa» ha sido siempre mucho más barata que Rio de Janeiro).

•Uruguay

En el caso de Uruguay, el precio del pasaje a Colonia en Buquebús, más bus hasta Punta del Este, ronda los $ 120 por persona ida y vuelta (un poco por encima de lo que cobran los micros por llevar a los argentinos desde Retiro a la costa atlántica). Pero si el turista decide llevar su vehículo se complica: además del precio de la bodega (levemente superior al que paga una persona), deberá sumar la nafta que consumirá en los 300 km que separan a Colonia de Punta del Este.

En cuanto al alojamiento, dada la amplísima variedad de opciones existentes, es difícil comparar. Baste decir que un departamento de dos ambientes en
Ipanema, bien equipado y ubicado, ronda los R$ 1.000 ($ 970). O que una casa en el elegante barrio de San Rafael, de tres dormitorios con dependencias y jardín, cotiza a u$s 2.500 todo enero (o a la mitad en febrero). O que un gran departamento en un edificio de categoría (con pileta, servicio de mucama, etc.) en La Brava se alquiló a $ 6.000 (en pesos argentinos) por 25 días de enero. Y que en Pinamar se llegó a pagar $ 13.000 por una casa también de «tres con dependencias».

Ir al cine está caro en todas partes, pero en Buenos Aires está menos caro que en el resto de los lugares: las salas de
Punta del Este cobran N$U 90 (algo así como $ 11,50), precio que resulta incluso barato respecto de Brasil: en Rio asistir al estreno de Analyze That (si se quiere verla en inglés con subtítulos en portugués) por citar una, costará R$ 14 (o sea $ 13,50).

Finalmente, está el caso de los gastos en supermercados, almacenes, carnicería, etcétera.
Es un hecho que Buenos Aires está 30% a 40% más barato que Punta del Este, pero también lo es que los precios en Pinamar y Cariló se acercan a esa brecha. Brasil, por lo que se sabe, está igual o un poco más barato que la Argentina.

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