12 de octubre 2022 - 00:03

Rusia lanzó otra lluvia de misiles contra Ucrania y el G7 prometió que Putin deberá “rendir cuentas”

Los bombardeos afectaron especialmente a instalaciones energéticas de la exrepública soviética y ciudades enteras estaban a oscuras. El presidente Zelenski pidió a sus aliados un “escudo antiaéreo”.

SECUELAS. Autos y edificios destruidos en el centro de Kiev. El presidente Vladímir Putin intensificó su ofensiva aérea tras el bombardeo al puente que conecta la región anexionada de Crimea y Rusia.
SECUELAS. Autos y edificios destruidos en el centro de Kiev. El presidente Vladímir Putin intensificó su ofensiva aérea tras el bombardeo al puente que conecta la región anexionada de Crimea y Rusia.

Kiev - Rusia anunció ayer nuevos ataques contra instalaciones energéticas de Ucrania, situación que provocó cortes en los suministros de luz y de agua corriente y la suspensión temporal de exportación de electricidad al resto de Europa, y que llevó al presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, a pedir al G7 que establezca un “escudo antiaéreo”.

Las infraestructuras energéticas de la provincia de Dnipropetrovsk, en el centro-sur del país, presentaban “graves” daños tras los últimos ataques rusos en la zona, indicó ayer el gobernador regional, Valentin Reznichenko.

“Un modo de ahorro total de electricidad fue implementado en la región para que hospitales, transportes y otras infraestructuras sociales importantes puedan funcionar”, añadió, instando a los habitantes a “ahorrar electricidad”.

Lo mismo fue denunciado por las autoridades de la provincia de Lviv, en el oeste del territorio, que hablaron de al menos tres misiles rusos que impactaron en infraestructuras energéticas y dejaron a casi un tercio de la capital homónima sin luz.

En tanto, las sirenas de alerta aérea volvieron a sonar ayer en todo Ucrania y la cifra de muertos ocasionados por los bombardeos rusos de ayer trepó a 19, cinco más que la cantidad confirmada oficialmente hasta anoche, dijeron medios locales.

Después de que el sábado una explosión destruyera parcialmente el estratégico puente de Crimea, el Gobierno de Vladímir Putin inició ayer una intensa ola de ataques de largo alcance con misiles que cayeron en distintas ciudades de Ucrania, incluida la capital, Kiev. Putin acusó a los servicios secretos ucranianos de haber provocado la potente explosión y calificó el incidente de “acto terrorista”.

Si bien las fuerzas armadas ucranianas dijeron que los ataques a distancia son una “señal de fragilidad” de Rusia, en el marco de un retroceso sufrido por sus tropas en el campo de batalla en los últimos dos meses, lo cierto es que los misiles de las últimas horas sumieron a ciudades enteras de Ucrania en una severa escasez de agua y luz.

Más de 300 localidades seguían ayer sin electricidad en todo el país a causa de los ataques, que alcanzaron centrales eléctricas.

En consecuencia, el Ministerio de Energía ucraniano anunció ayer que el país dejará temporalmente de exportar energía eléctrica desde para “estabilizar su propio sistema energético”.

Ante esta situación, Zelenski instó a las potencias occidentales aliadas de su país a tender un “escudo antiaéreo”.

Al participar de una cumbre virtual del G7, el mandatario indicó que “millones de personas estarán agradecidas” por una ayuda de ese tipo, y advirtió de que el Kremlin aún tiene “medios para intensificar su ofensiva”.

Estados Unidos prometió incrementar los envíos de defensas antiaéreas a Ucrania y Alemania anunció que entregará “en los próximos días” un primer equipo de misiles antiaéreos Iris-T, capaces de proteger una ciudad entera.

Los líderes del G7 avisaron además a Bielorrusia de que su plan de desplegar tropas conjuntas con Rusia constituye una nueva forma de “complicidad” con la invasión lanzada en febrero por Rusia.

El G7 (EE.UU., Canadá, Alemania, Francia, Italia, Reino Unido y Japón) añadió que pondrá todo su empeño para que “Putin y aquellos que sean responsables rindan cuentas” por los últimos bombardeos.

Los nuevos ataques representan una “señal de debilidad”, ya que las tropas rusas están siendo derrotadas, reiteró ayer el secretario general de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), el noruego Jens Stoltenberg.

Mientras tanto, en San Petersburgo, Putin recibió ayer al director de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA), el argentino Rafael Grossi, al que le dijo estar “abierto a un diálogo” sobre la situación en la planta nuclear ucraniana de Zaporiyia, controlada por las fuerzas rusas desde marzo.

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