5 de abril 2021 - 00:00

Charlas de quinchos

El clima ayudó bastante, aunque la sombra de más restricciones por el recrudecimiento de casos de covid y el trasfondo de los problemas para acelerar la vacunación estuvieron presentes en las charlas de todas las reuniones.

Exportaciones premium. Adolfo Cambiaso en el Abierto de Polo en Palm Beach. Jinetes, caballos y carne argentina en Estados Unidos.

Exportaciones premium. Adolfo Cambiaso en el Abierto de Polo en Palm Beach. Jinetes, caballos y carne argentina en Estados Unidos.

Malvinas, Pascua, fin de semana extra large, mucho turismo de cabotaje, con quintas y countries a full, igual que la costa atlántica. El clima ayudó bastante, aunque la sombra de más restricciones por el recrudecimiento de casos de covid y el trasfondo de los problemas para acelerar la vacunación estuvieron presentes en las charlas de todas las reuniones. Los feriados locales permitieron, además, distender un tanto la tensión política en varios frentes, y también la economía que dejó un saldo agridulce para el primer trimestre del año que ya quedó atrás. Subas y bajas en el equipo de gobierno, y algunos festejos, como el primer cumpleaños (como Presidente de la República) de Alberto Fernández, aunque el covid positivo del sábado terminó obligando a cambiar planes oficiales, y neutralizó casi todos los otros temas en las reuniones de Pascua ayer, incluyendo la eventual postergación de las elecciones, y “las” internas bonaerenses que se van recalentando. Veamos.

Recreo en medio de la crisis. Por supuesto que primero la preparación de viajes y encuentros por el fin de semana superlargo, y luego la sucesión de feriados de Semana Santa, y la superposición con la conmemoración de Malvinas, el viernes, mantuvieron a la gente bastante distraída. Fue como un recreo en medio del recrudecimiento de los casos por la pandemia que, además, tiene bastante en vilo a varias provincias por la sucesión de escándalos por las vacunaciones irregulares, desvío de dosis, etc., tal es el caso de Santa Cruz y también en Santa Fe donde el propio gobernador, Omar Perotti, tuvo que salir a enfrentar el tema, y prometió sanciones ejemplares por las irregularidades. Buenos Aires, mientras tanto, un poco más calma en este sentido por la fuerte aceleración de las aplicaciones que se está dando, en especial en el conurbano bonaerense, y en los distritos más densamente poblados, como la 1ª (zona norte), y la 3ª (Morón, Villa Tesei, entre otras), lugares en los que ya se comenzó a citar a los menores de 70 años, lo que no ocurre en Capital Federal, que si bien es el distrito con más gente mayor del país, parece que la disponibilidad de vacunas no es tanta. También, al generalizarse el programa sanitario, fueron quedando al descubierto otras falencias y déficits (muchos frutos de la inexperiencia, y otros de la improvisación), como la falta de prioridad en muchos casos, para minusválidos y personas con capacidades especiales. Por supuesto que algunos de todos estos ítems serían probablemente tema de conversación entre el presidente Alberto Fernández con el jefe de Gobierno de la Ciudad, Horacio Rodríguez Larreta que, finalmente a solas, se esperaba pudieran limar parte de las asperezas que se produjeron con los cambios unilaterales por la coparticipación. El cónclave, sin embargo, se frustró a medias a partir del covid positivo de Alberto Fernández, quien, aislado, prefirió mantener el encuentro pero, obviamente, en forma virtual, que impidió la “discreción” del encuentro personal, lo que dejó muchos asuntos afuera de la agenda.

El positivo más comentado. En varios de los quinchos de los principales countries, la enfermedad presidencial y el hecho, para nada menor, de que el mandatario ya estaba vacunado desde enero y con las dos dosis (es el único contagiado de los 18 mandatarios mundiales ya vacunados) no fue demasiado tranquilizador, y hasta se especuló mucho con la efectividad de las distintas vacunas que están apareciendo. Pero el tema compartió “cartel” con la falta de presencia formal de la vicepresidenta ante la situación de su compañero de fórmula. “No dijo nada ni por Twitter”, se sorprendía un empresario de la construcción, mientras otros se preocupaban por la evolución de la salud presidencial, que anoche oficialmente mostraba una evolución casi asintomática. Nada se supo oficialmente, por lo que el tema quedó envuelto sólo en dudas y especulaciones, aunque versiones de distinto tenor daban cuenta que hubo algunas conversaciones entre ellos, tanto por el cumpleaños, como por el covid.

Vuelta atrás. Pero si la llegada de más dosis y el avance en vacunar a la población, junto con las minivacaciones, ayudaron a distender un tanto el malestar por la pandemia, el temor por una eventual vuelta atrás en la flexibilización, la suspensión de vuelos, o los nuevos controles obligatorios jugaron en contra. Y lo mismo ocurrió con los movimientos sociales que vuelven a presionar por más ayuda, con cortes de calles y otras manifestaciones, algo que no parece muy fácil de solucionar ya que los “aportantes” para todos esos fondos van siendo menos, y los costos siguen subiendo, lo que también recorta las posibilidades en los casos de las empresas. “Mirá, entre el combustible que aumenta a cada rato, y la presión de los sindicalistas, realmente, en cualquier momento bajo la persiana”, se quejaba un industrial del sector alimentario que sigue con los precios al consumo controlados, mientras que los costos siguen trepando. La crisis de liquidez parece que alcanza, incluso al propio Estado. “A mí los pagos me los tienen demorados desde hace más de dos meses”, comentaba uno de los interlocutores del anterior, un fabricante de productos masivos de los que distribuye, también, Desarrollo Social. De ahí que, al menos en ese sector, no hayan caído demasiado bien las declaraciones del fin de semana del titular de la cartera, Daniel Arroyo, hablando sólo del aumento en los precios de los alimentos, sin reconocer la inflación y otras subas de costos (como la de combustibles), que inciden. Lo cierto es que, según decían, la falta de pago por las mercaderías ya entregadas podría desembocar en la suspensión de nuevos envíos, lo que tensaría aún más la ya recalentada situación con los múltiples movimientos sociales, agravado por el hecho de que según algunos estudios, un 35% de la población enfrenta problemas de empleo. Ahí también se recordó el cuasi escándalo del año pasado (aún antes de pandemia) por los supuestos sobreprecios en estas compras oficiales, varias de las cuales son directas. “Después se quejan de los precios, y de que haya intermediación, pero realmente para venderle y cobrarle al Estado, sólo pueden hacer grupos muy especializados y, obviamente, los llamados ‘sobreprecios’ no son más que una especie de seguro de cambio por las demoras para cobrar, y hasta por los pagadiós periódicos que suele haber”, completaba un tercero muy informado sobre el asunto de las voluminosas compras oficiales para ayuda social.

Turismo porteño. Mientras cantidad de porteños y bonaerenses trataron de irse unos días para la costa o para las sierras, más aún ante el temor creciente de nuevas restricciones, la gente de varias provincias hizo exactamente lo contrario y se vino para “la Capital”. Así, barrios muy expectantes como Palermo Viejo, San Telmo o La Boca lucieron repletos de visitantes como hacía mucho que no se veía; igual que algunos estratégicos sitios muy turísticos, como el Tigre. El clima también ayudó a disfrutar los paseos y comidas en el río, parques, etc. Allí, en una de las islas de la Patria chica del diputado Sergio Massa, hay uno de los varios restaurantes ahora muy de moda, y a los que se accede sólo en barco (propio, colectivo, o invitado). El lugar, bastante glamoroso y codiciado, congregó a un grupo de habitués, empresarios y profesionales, muy volcados a la náutica en los ratos de ocio, que disfrutaron un excelente asado de Pascua, mientras repasaban las principales cuestiones de la política y la economía, incluso internacional. Allí se escuchó, por ejemplo, desde cómo finalmente se logró volver a su línea de flotación al inmenso portacontenedores que durante una semana cortó el flujo de cargas por el Canal de Suez a un costo de varios miles de millones de dólares, hasta la rápida invitación que cursó la nueva administración Biden, que tras su duro enfrentamiento con el líder ruso, Vladímir Putin, convocó al presidente Jair Bolsonaro de Brasil para mantener una cumbre bilateral a la que se le asigna particular trascendencia, y no sólo porque Brasil es uno de los cinco países continentales del mundo, y se sabe que hoy, en la puja política y comercial planteada entre las dos mayores potencias, Estados Unidos y China, Brasil pasó a ser una pieza clave para cualquiera de los dos. El tema le puede llegar a dar algún aire a Bolsonaro, muy complicado en las últimas semanas, lo que incluyó el recambio de parte de su gabinete. Argentina, mientras tanto, no parece tener por el momento centrada la prioridad en el gigantesco vecino y casi su principal cliente, aunque ahora China esté “compartiendo cartel” en algunos rubros. Ni siquiera el bastante eficiente papel del embajador Daniel Scioli, que avanzó en varias materias, logró suavizar algunas rispideces y, se dice, hasta estaría haciendo lobby para recuperar flujo comercial con rubros claves como el trigo (aunque otros le asignan algunos elementos bastante complejos a esta materia), aunque sigue sin lograr materializar avances más concretos entre ambos países.

Siempre las PASO. Por supuesto que la política local fue el tema obligado en todos los quinchos, y más especialmente, las distintas interpretaciones a la eventual postergación de algunas semanas para la PASO de agosto. Los hay fuertemente a favor, los que están en el otro extremo, y hasta los que aceptarían el corrimiento, pero de ambas (las PASO de agosto, y las de octubre), pero que se oponen en forma férrea a que las primeras se superpongan con las otras. También, con las complicaciones financieras de la provincia de Buenos Aires, que no logró acordar todavía su deuda (más de u$s7.000 millones) y que ahora podría enfrentar la presentación judicial de algunos bonistas, también recrudecieron las internas del oficialismo y de la oposición. Por caso, ya es un secreto a voces la actividad bonaerense que está desplegando el exgobernador de Salta Juan Manuel Urtubey, amparado, dicen, por una propiedad rural que posee en el oeste provincial, lo que le permitiría su desembarco en el distrito. Los comentarios incluyen al exministro Florencio Randazzo y también a la diputada Graciela Camaño en el grupo dispuesto a disputarles espacios a los camporistas, y por ahora enfrentados a Sergio Berni. Pero además, las recientes declaraciones del intendente de Vicente López, Jorge Macri (PRO), criticando a un exaliado como fue el muy hábil peronista titular de la Cámara de Diputados en la administración anterior, Emilio Monzó, actitud que fue muy cuestionada por varios de sus pares, puede lograr lo que justamente tratan de evitar en el partido del Presidente y que es que las “bajas” de sus líneas pasen a engrosar y fortalecer agrupaciones con las que van a tener que competir. “Es lo mismo que le pasa a Patricia Bullrich, que está apostando fuerte por varias figuras, y no tanto porque las quiere en el PRO, sino para evitar que se los lleven otros”, reconocía un operador de ese espacio que, sin embargo, no comentó si esa estrategia ya se la habían explicado al primo Jorge. En todo caso, se sabe que Monzó, quien ya manifestó su voluntad de llegar a ser gobernador de Buenos Aires, estaría siendo tentado por más de uno. También revolucionó el tablero el eventual desembarco de la penalista Florencia Arietto (dicen que de la mano de Patricia Bullrich, de quien fue asesora en el Ministerio de Seguridad), nada menos que en el partido más densamente poblado del país, La Matanza.

Dejá tu comentario